El habitual balance de fin de año nos obliga a reconocer que durante 2017 hubo momentos complicados para la sociedad argentina motivados, en la mayoría de los casos, por problemas socioeconómicos derivados del actual proceso de reacomodamiento por el que atraviesa el país. Pero también nos lleva a ser optimistas, respecto del 2018, en base a los avances que se van obteniendo en distintos áreas, principalmente en la lucha planteada a la corrupción y a la falta de transparencia en el ámbito gubernamental. Creemos que son pilares básicos que van a permitir continuar forjando el país que queremos, lo mismo que el orden institucional y democrático que este año fue puesto a prueba en varias ocasiones, logrando resistir los embates de los sectores opositores al gobierno, tanto políticos, sindicales como de los movimientos sociales de izquierda.


Para el nuevo año que estamos a punto de comenzar debemos seguir teniendo fe en el potencial que tiene nuestro país y seguir apuntalando un estilo desechando la violencia y la delincuencia que tan mal nos hace. Existe el convencimiento de que todo el esfuerzo que se está haciendo va a redundar en una pronta recuperación. El patriotismo tiene que ser puesto de manifiesto desde todos los sectores y en todos los aspectos, sólo así lograremos que nuestra Nación logre encauzarse hacia un destino mejor, el destino de grandeza que todos estamos anhelando.


Tanto a nivel nacional como provincial, el nuevo año presentará sus dificultades, pero está en la voluntad de todos y en el esfuerzo que aportemos, la salida a cada uno de los problemas que se puedan ir planteando.


El espaldarazo que este año se le dio al gobierno, tanto en las legislativas de Octubre como en el tratamiento de leyes de reforma propiciadas por el Ejecutivo en el Congreso, marcaron la clara voluntad de la gente de seguir apoyando un proyecto que gradualmente va transformando las bases de nuestra nación.


Esperamos que el 2018 se presente favorable en todos los aspectos de la vida nacional y provincial, tanto en los social como en lo económico y político. Las bases de un país mejor se van consolidando paulatinamente, por lo que estamos confiados que al final de este proceso tendremos nuevamente un país a destacarse en el concierto de las naciones.


Es nuestra tarea consolidar este desarrollo y colaborar de la mejor manera posible y desde el lugar en que estemos para que este objetivo se concrete.