Estudios vinculados al desarrollo psicosocial y crecimiento corporal de los niños llegaron a la conclusión de que las actividades al aire libre y de vinculación con los pares ayudan considerablemente a ese proceso. De ahí la importancia que tiene la práctica de deportes y las relaciones sociales, que puedan establecerse desde pequeños, actividades que van forjando sistemáticamente los valores que luego harán a la personalidad de cada uno.


En esta época del año, las colonias de vacaciones o escuelas de verano y los clubes sociales y deportivos son los mejores ámbitos para que los niños socialicen y realicen actividades físicas. Esto tiene que ser tomado muy en cuenta por los padres quienes deben constituirse en los promotores de que los niños se sumen a estas organizaciones o entidades.


Para crecer saludablemente, un niño necesita estímulos específicos provenientes del ambiente que lo rodea. Se estima que se requieren entre dos y tres horas diarias de juego corporal activo para alcanzar una adecuada estimulación de sus sentidos. Si ese juego lo realiza fuera de su casa, en compañía de otros niños de su misma edad el resultado es más notorio. Es similar a lo que ocurre con el deporte. En la medida que el niño practica alguna disciplina, no sólo adquiere destreza sino que va incorporando, casi simultáneamente, todos los valores necesarios. Es decir que le sirve para aprender hábitos de comportamiento; respeto por los demás; solidaridad con sus pares; espíritu de colaboración y otros tantos valores sociales.


Está comprobado que el cerebro funciona mejor en interacción con otras personas, por lo que es esencial que los niños aprendan a relacionarse. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de abordar el tema de las nuevas tecnologías, que en términos generales promueven el sedentarismo y atentan contra las relaciones personales cara a cara. De todas formas como se trata de alcanzar una relación saludable y equilibrada de los niños y adolescentes con las nuevas tecnologías, es importante que los adultos contribuyan aconsejando de qué forma deben utilizarse.


Esta necesidad de que los niños tengan una mayor posibilidad de realizar actividades físicas fue interpretada convenientemente por el Gobierno de la provincia que ha llevado a convertir al deporte en una política de Estado. Esto implica que además de los intercolegiales, Juegos Evita y otros eventos, está apoyando a los clubes de toda la provincia para que cuenten con una infraestructura adecuada. Esto es muy positivo ya que redundará a mediano y largo plazo en una generación de jóvenes sanos, en cuerpo y espíritu.