Los ecuatorianos dieron muestras de una gran madurez cívica en la última consulta popular, al apoyar las propuestas del actual presidente de la Nación, Lenin Moreno, y quitar todo tipo de posibilidad al ex mandatario Rafael Correa de acceda nuevamente al poder, algo que viene intentando desde el mismo momento en que Moreno, uno de sus alfiles, asumió sus funciones y se dio cuenta que no tenía su mismo estilo de gobernar.


Es la primera vez que Correa pierde un proceso electoral, después de haber gobernado Ecuador por más de una década y haber ganado las elecciones presidenciales en 2006, 2009 y 2013, las dos primeras con Moreno como vicepresidente y la última con Jorge Gals.


Desde un principio, la ciudadanía ecuatoriana se volcó a favor del "sí" propuesto por el Presidente, conociendo que un eventual triunfo del "no" catapultaría a Correa a la primera magistratura, un cargo que supo ostentar con un marcado autoritarismo dentro de la corriente del populismo que predominó en toda la región durante la última década.


La consulta popular incluyó siete preguntas de las cuales dos eran cruciales para el correísmo, que había pedido a sus seguidores el voto por la negativa: La reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana, que fue apoyada con el "sí" en un 63,17% y la eliminación de la reelección indefinida, que obtuvo el 64,34% de apoyo. Respecto de esta última propuesta, de haberse impuesto el "no", habría permitido una cuarta postulación de Correa a la presidencia en 2021, algo que la ciudadanía rechazó en su conjunto.


La insistencia del expresidente por querer retomar el poder de Ecuador no hace otra cosa que poner en evidencia la obsesión de algunas figuras políticas por recuperar un lugar de privilegio que estuvieron ocupando por tanto tiempo, creyendo que lo harían en forma indefinida.


Rafael Correa debe entender que de ahora en más Ecuador no está dispuesto a apoyarlo y que hay un nuevo estilo de gobernar que la gente ha adoptado con total aceptación.


Está demostrado que para acabar con la corrupción en ámbitos políticos o con los vicios del populismo, las lecciones de civismo son de gran importancia, ya que son las que posibilitan al pueblo ejercer su poder como uno de los principales recursos que tiene la gente para decidir qué tipo de gobierno prefiere.