En su tercera exhortación apostólica "Gaudete et Exsultate'' ("Alegraos y regocijaos'') Francisco aborda la santidad en el mundo contemporáneo, sus riesgos, desafíos y oportunidades, y comenta temas de gran actualidad. Bergoglio afirma en uno de los pasajes de mayor conexión con la vida cotidiana, que "también el consumo de información superficial y las formas de comunicación rápida y virtual pueden ser un factor de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne sufriente de los hermanos''.


El "bullying'', tema recurrente en sus homilías y mensajes especialmente a la juventud, forma parte del nuevo escrito cuando asegura que también los cristianos pueden formar parte de redes de violencia verbal a través de Internet y de los diversos foros o espacios de intercambio digital. Y que aún en medios católicos se pueden perder los límites, se suelen naturalizar la difamación y la calumnia, y parece quedar fuera toda ética y respeto por los demás.


En el texto el Papa detalla que en este contexto se produce un peligroso dualismo, porque en las redes se dicen cosas que no serían tolerables en la vida pública, y se busca compensar las propias insatisfacciones descargando con furia los deseos de venganza. Francisco ubica su mensaje en un mundo en el que el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. "Porque la vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas'', señala.


Lamenta también que todos, pero especialmente los jóvenes, estén expuestos a un zapping constante, y en ese sentido dice que es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. Observa por ello que sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento.


Francisco aprovecha la exhortación para advertir el error de quienes viven sospechando del compromiso social de los demás, considerándolo algo superficial, mundano, secularista, comunista, populista. Una clara alusión a sus críticos del ala conservadora de la Iglesia y también de los que se valen de la web para acusarlo de preferencias políticas partidarias.