En la fecha se celebra el Día del Periodista, recordando la aparición de la Gazeta de Buenos Ayres en 1810, publicación dirigida por Mariano Moreno para difundir las ideas de la Primera Junta de Gobierno, tras la Revolución de Mayo. El esclarecido pensamiento de Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli y otros protagonistas de la gesta emancipadora, pusieron en manos del pueblo un periódico semanal con los objetivos fundacionales de la Patria.


La institucionalización de este día fue en 1938 en Córdoba, en el Primer Congreso de Periodistas que echó las bases del estatuto de la profesión que dio lugar a la sanción de la ley 12908 en 1944. Si hay una profesión en permanente evolución no cabe dudas de la actividad del "oficio más bello del mundo'' como lo calificaba Gabriel García Márquez, periodista al fin, no obstante los desafíos que se afrontan a diario.


Las nuevas tecnologías han llevado a los medios de comunicación a transitar un camino de cambio, condicionado por distintos factores para mantener la competitividad en momentos en que la rapidez con que circula la información exige extremar la investigación y el seguimiento de las noticias. Se hace difícil mantener la calidad informativa cuando se bastardea la profesión con las "nuevas formas'' periodísticas planteando un reto que altera la realidad.


El uso generalizado de dispositivos móviles contribuye a consumir información al instante con la inmediatez y la viralidad de las redes sociales, y los riesgos de quien la emite, carente de la rigurosidad de los medios prestigiosos obligados a aclarar los acontecimientos a partir de fuentes irreprochables. Esto hace que en la era de las comunicaciones sea el propio destinatario quien llegue a la verdad de los hechos al evaluarlos y clarificarlos al depurar el torrente informativo que recibe.


Pero los riesgos de la verdad también los generó el "periodismo militante'' que irrumpió en la última década, por convicción o conveniencia, para proclamarse defensor de un modelo de gobierno. Si bien la prensa es aliada de la democracia, dicha militancia al igual que los blog periodísticos, son muy diferentes a las posiciones que fijan los grandes diarios y cadenas informativas norteamericanas en pro o en contra de las plataformas políticas antes de cada elección.


El público debe saber también que la calidad periodística no es barata en los medios convencionales. Basta recordar que los ocho meses de investigación sobre pederastia en la Iglesia estadounidense le costó un millón de dólares al Boston Globe. Un trabajo de profesionales, luego llevado al cine, que fue galardonado con un Oscar.