Las nominaciones de Joe Biden, presidente electo de los Estados Unidos, para cargos claves de su gabinete dan cuenta de un giro sustancial frente a las políticas más polémicas del actual mandatario Donald Trump, que debe abandonar la Casa Blanca aunque insista en un supuesto fraude electoral, pero ya autorizó iniciar la etapa de transición. Si bien Biden no ha confirmado a su equipo de gobierno, sí se conocen algunos miembros adelantados por la oficina de prensa que dejan trascender grandes cambios.


Con sólo señalar los nombres de sus futuros colaboradores en asuntos claves, se definen los rumbos totalmente opuestos a las políticas de Trump en cuestiones fundamentales y polémicas, como la política migratoria que será comandada por Alejandro Mayorkas, un inmigrante nacido en Cuba, nombrado secretario de Seguridad Interior, el área que Trump usó en su lucha altamente agresiva contra la inmigración con impacto en los latinos.


Es una muestra de la tendencia del nuevo equipo con diversidad racial y de género, como también convocar a miembros del gobierno de Barack Obama para potenciar la próxima administración. Por ello la designación de Avril Haimes como directora de Inteligencia, la primera mujer en desempeñar ese cargo y con igual tendencia se menciona a Linda Thomas-Greenfield, una afroestadounidense con 35 años de experiencia en el Servicio Exterior, como embajadora ante las Naciones Unidas.


Biden busca recuperar viejas alianzas internacionales desechadas por Trump como la OTAN, el regreso a la OMS, al pacto nuclear con Irán y al Acuerdo de París sobre cambio climático. Antony Blinker, con gran experiencia en multilateralismo, será el Secretario de Estado y el conocido John Kerry, hombre fuerte del gobierno de Obama, asumirá la emergencia climática con gran respaldo político.


La economía estadounidense es crítica y para salir de esta caída histórica Janet Yellen será la elegida como secretaria del Tesoro. Si fuera confirmada por el Senado, podrá volcar toda su experiencia en el manejo de la Reserva Federal, con el desafío de enfrentar la crisis económica originada en la pandemia con serios síntomas de recesión.


"Necesito un equipo listo desde el primer día que me ayude a recuperar el lugar de Estados Unidos en la cabecera de la mesa", dice Biden con la idea de unir al mundo para enfrentar los mayores desafíos actuales y promover la seguridad, prosperidad y valores de EEUU. No hay dudas que irá en sentido contrario del rumbo del magnate derrotado.