Todos los años el Instituto Cervantes presenta en España un informe sobre el estado de la lengua castellana en el mundo y en 2019, por primera vez, lo hizo el viernes último en el extranjero, precisamente en Nueva York, como una llamado de alerta en un país donde existen 41 millones de hispanohablantes y con un horizonte negativo por las políticas antihispanas de Donald Trump a partir del rechazo a los inmigrantes.


Es que el crecimiento del idioma español en los Estados Unidos está directamente relacionado con la inmigración y el uso muy difundido, con escuelas bilingües incluidas, se sustenta en la transmisión del inmigrantes hispanos a sus hijos. Ante la posición del presidente con un rechazo público hacia lenguas que no sean el inglés, la pérdida lingüística intergeneracional truncaría la previsión de que para 2060 EEUU sea el segundo país hispanohablante del mundo, después de México.


Nuestro idioma ocupa el cuarto lugar en las 7.000 lenguas habladas por más de 7.300 millones de habitantes de la tierra, tras el liderazgo del inglés, el segundo lugar del francés y del chino en tercer puesto por los casi 1.400 millones de habitantes del coloso asiático. De allí la trascendencia del castellano en esta actual torre de Babel. En la diplomacia se destaca como tercer idioma en la ONU y cuarto en la Unión Europea.

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Igual de significativo es el tercer lugar en la web donde el 8,1% de los 4.200 millones de usuarios lo hace en español detrás del inglés y del chino, pero es la segunda lengua predominante en Facebook, Linkedin y Twitter. Además en esta última red es el segundo en preferencia de los usuarios de Nueva York y Londres, según el informe.


El castellano es la lengua oficial en 21 Estados encabezados por México con 122 millones de hispanohablantes, seguido de Colombia con 49,4 millones, Argentina 44 y España con 43 millones. Pero como sostiene el Instituto, lo importante es plantearse una estrategia de formación del idioma en el mundo para no quedar estancado. Por eso más allá de ser la lengua materna en todas esas naciones lo importante son los estudiantes del español en el mundo. Sólo en EEUU son 8 millones quienes lo estudian.


La posición nacionalista de Trump y la fobia a los hispanos difícilmente puedan torcer el rumbo del crecimiento de nuestro idioma en suelo estadounidense, menos en Arizona, Texas, Florida, California y Nuevo México donde está tan consolidado que es parte de la cultura del sudoeste norteamericano.