La decisión de la Corte de Justicia de la provincia de que los jueces, junto a sus secretarios y prosecretarios, y los fiscales desempeñen funciones también por la tarde, para reducir la morosidad judicial, es una medida que ha caído muy bien en todos los sectores, al haberse valorizado la predisposición para intentar acelerar los tiempos de resolución de las causas. Se la considera como una medida ejemplar mucho más allá de la pretendida efectividad que tendrá, porque se toma en un momento que el país requiere de acciones concretas, que apunten a hacer más eficientes las instituciones demostrando un mayor compromiso con la gente. Además, se da en el marco de una renovación del Poder Judicial local en el que, por primera vez una mujer, Adriana García Nieto, será ministro de la Corte de Justicia y los magistrados comenzarán a pagar el Impuesto a las Ganancias.


Es conocido que el Poder Judicial está atravesando a nivel nacional una de las etapas más duras respecto de los cuestionamientos que se hacen a su funcionamiento. Por ello una medida histórica como esta pretende demostrar que se está ante un cambio de modalidades de trabajo, con la esperanza de hacer que la Justicia mejore.


Está previsto que en no más de dos semanas saldrá la acordada correspondiente para que el sistema del trabajo vespertino se implemente efectivamente. Hasta ahora, el funcionamiento del Poder Judicial está regido por la acordada Nº 24 de julio de 1998, que establece en uno de sus artículos la posibilidad del trabajo vespertino, pero únicamente "cuando el cúmulo de tareas lo justifique". Una apreciación muy subjetiva que en algunos casos determina la presencia en Tribunales de jueces en horas de la tarde y en otros, no. Es más, al no estar bien establecida la obligatoriedad del trabajo vespertino, hay magistrados que aprovechan la tarde para otras tareas, como ejercer la docencia, o trabajar desde sus casas. Se ha podido conocer, de fuentes cercanas a la Corte de Justicia, que la nueva acordada no contemplará la posibilidad de trabajar desde el domicilio y que su incumplimiento será considerado una falta grave y sancionable. Otro aspecto ejemplar para que la comunidad comprenda que la Argentina necesita del mayor esfuerzo de todos los sectores, especialmente aquellos que han estado en el letargo, haciendo un culto a la ineficiencia y postergando los tiempos de las personas que necesitan del servicio que prestan.