La decisión de las autoridades del Ministerio de Agroindustria de la Nación y del Gobierno porteño de exceptuar al vino de la prohibición de ser publicitado en la vía pública en las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), es un aliciente para la industria vitivinícola tan duramente castigada en los últimos tiempos con medidas como la de permitir el ingreso de vino de Chile para ser envasado o mezclado con los argentinos, en detrimento de su calidad y prestigio, o la asfixiante situación en la que se encuentran las economías regionales por la carga impositiva.


Con un giro de 180º de una decisión que ya estaba instrumentada, numerosas marcas de vinos podrán exhibirse nuevamente en la vía pública de la capital de nuestro país, que está considerada como uno de los mercados más importante.


A fines del año pasado la legislatura de la CABA sancionó una ley que prohíbe la publicidad de todas las bebidas alcohólicas en la vía pública y el auspicio por parte de las diferentes marcas de actividades culturales, sociales y deportivas de acceso libre y gratuito. Los cinco jóvenes muertos en la fiesta electrónica "Time Warp" de Costa Salguero, tras consumir droga, fue el determinante de esta legislación en contra de las adicciones, que terminó con incluir al vino en una prohibición que generó el rechazo por parte de todos los actores del sector vitivinícola, principalmente bodegueros y fraccionadores.


La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) presentó un recurso de inconstitucionalidad por considerar que la ley se contraponía a la Constitución Nacional y a la Ley 26.870 que declara al vino "Bebida Nacional de Argentina", y en otros ámbitos se expresó que la norma porteña "desconocía que el vino es un alimento, que se comunica y consume en el ámbito de la moderación y que forma parte de la cultura y la identidad del país".


Con estos argumentos se logró que las autoridades nacionales, junto a las del Gobierno porteño acordaran, a través de una resolución, generar un plan de acción de promoción del vino como bebida nacional. El acuerdo establece que las bodegas podrán poner su publicidad en la vía pública haciendo foco en que el vino es una bebida nacional y entendiéndolo como un producto cultural y tradicional de nuestra tierra. También se dejó en claro que esta promoción se podrá hacer en función de una acción de campaña.


El trato diferencial que ha recibido el vino como bebida tradicional se explica en que está más ligado a la gastronomía, a la cultura y no a los excesos, lo que es correcto.