Si bien en nuestra provincia, con el advenimiento de la minería, ya hace un tiempo comenzó una política de protección y conservación de la fauna autóctona -que ha alcanzado hasta ahora un buen resultado- en esos últimos años se ha visto la necesidad de crear mejores condiciones para la cría de guanacos, entre otras especies que actualmente hay en las zonas precordillerana y cordillerana de San Juan. La posibilidad de que estos animales también puedan ser criados en cautiverio, para promover una explotación económica que resulte beneficiosa para productores de esas zonas, abre un abanico de posibilidades que deberían ser aprovechadas ya que además de la observación directa de estos camélidos en su hábitat, existe la alternativa de ofrecer carne y cuero dentro de una oferta gastronómica y artesanal para los turistas.


En el Sur del país, el fenómeno de la proliferación de los guanacos, que se da en forma casi natural, está provocando el desplazamiento de las ovejas. Por mucho tiempo esa modalidad de ganadería impidió que los animales típicos de la zona proliferaran en la medida de sus posibilidades, ya que se consideraba que la ganadería generaba mayores recursos. La Fundación Flora y Fauna Argentina inició una campaña para recuperar muchas de las tierras destinadas a la ganadería de la oveja, lo que está posibilitando la recuperación de la fauna y flora autóctona, con el convencimiento de que esto contribuirá a una mayor afluencia turística, con el beneficio que esto implica para la economía de estos lugares y la generación de empleo.


En la provincia de Santa Cruz se conoce que la crianza de ovejas no es una gran generadora de empleo, por lo que la mayor parte de la población recurre al sector público en busca de trabajo. Esto llevó a que actualmente esta provincia tenga 110 empleados públicos por cada 1.000 habitantes.


La importancia de los animales típicos es que contribuye con el turismo al completar la oferta de la zona, posibilitando mayores ingresos por servicios. La gente llega a lugares como Calafate, El Chaltén, Río Gallegos o Caleta Olivia, en busca de buenos servicios y de naturaleza. Algo parecido ocurre con los que llegan a los departamentos cordilleranos de San Juan u otras zonas turísticas de la provincia. El avistaje de guanacos como de otros animales autóctonos es tan apreciado que suele ser determinante a la hora de elegir un destino, por eso se recomienda trabajar en ese sentido dentro de la oferta turística de estas regiones del país.