En medio de la discusión por el tema tarifario y la conmoción que generó la noticia de que Argentina volvía a pedir un préstamo al FMI, el martes último, con muy poca repercusión, fue sancionada la ley del "compre argentino'', que ya ha entrado en vigor al ser promulgada y reglamentada. Básicamente, esta norma pone a las pymes de nuestro país en un lugar de preferencia cada vez que el Estado realice una licitación, ya que se preferirá la adquisición de bienes de origen nacional y la contratación de obras y servicios con proveedores locales.


Junto con otras disposiciones como la ley pymes; la ley de emprendedores, la reforma impositiva y la ley de desarrollo productivo, la flamante legislación brindará un marco adecuado para que las empresas nacionales puedan salir del letargo en que se encuentran para desarrollarse y generar una mayor cantidad de puestos de trabajo.


En nuestra provincia desde 2013 se cuenta con la ley Nº 158 A de "Compre sanjuanino'', que establece un mecanismo similar de preferencia por los productos locales que debe adquirir el Estado. Si bien la disposición está en vigencia, se tendría que tener una mayor observancia de su cumplimiento para evitar que su transgresión termine perjudicando a determinados sectores.


Uno de los aspectos importante de la nueva ley nacional es que establece que se dará preferencia a todos aquellos proveedores que ofrezcan bienes con mayor componente nacional. Es decir que tendrán más chances de ganar licitaciones aquellos productos que contengan la mayor cantidad posible de materia prima local.


En el Gobierno creen que en términos generales, este instrumento será muy beneficioso para todos los sectores, ya que las empresas nacionales y particularmente las pymes, tendrán preferencia y se les reservará una cuota del mercado. Los ciudadanos verán incrementada la oferta de trabajo y el Estado Nacional logrará desarrollar proveedores que aseguren el abastecimiento en forma normal.


La actual situación de las pymes es muy preocupante y se enfrentan cada día a una realidad más dura, motivada por un contexto económico desfavorable y por algunas medidas inadecuadas como la apertura de las importaciones.


Se impone la necesidad de promover el desarrollo de proveedores argentinos en sectores estratégicos, para dar impulso a la industria, la diversificación de la matriz productiva y la promoción de la competitividad. Solo así se logrará un despegue económico con bases firmes y con visión de futuro.