Fomentar la enseñanza de la música para los niños es una tarea que debería concentrar los mejores esfuerzos tanto en el ámbito escolar, como el eclesiástico, vecinal o de instituciones de bien público. Es muy conveniente que los chicos desarrollen el gusto por la música ya que se trata de una disciplina que, como está comprobado, contribuye a la formación de individuos creativos, capaces, íntegros y con valores, que los hacen personas íntegras y sensibles.


Como se ha consignado en otras ocasiones, si bien en las escuelas primarias y secundarias desde siempre se ha impartido la enseñanza de la música a través de una materia específica, se impone la necesidad de ampliar los contenidos a fin de que los alumnos no sólo asistan a la clase de música para aprender a cantar el Himno Nacional y otras canciones patrias.


Estudios científicos han confirmado que la música tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños. Además se ha establecido que estimula el hemisferio izquierdo del cerebro que es el encargado del aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica, de fundamental importancia en el proceso de enseñanza aprendizaje. En este sentido, desde el Ministerio de Educación de la provincia o del área de Cultura se debería trabajar en un plan integral para fomentar la enseñanza musical para los niños, como una forma de promover una actividad que en algunos países europeos, de un gran tradición musical clásica, ha dado muy buenos resultados. La música traslada al alumno a una nueva dimensión; a un estado superior que lo distingue notablemente de aquellos chicos que no tienen acceso a esa enseñanza.


Nuestra provincia tiene los recursos suficientes para hacer que la enseñanza de la música cumpla con su objetivo específico. Contar con más de 427 maestros de música en las escuelas primarias; más de 141 profesores dependientes de la Escuela de Música de la UNSJ y un número similar entre profesores o estudiantes avanzados de música de conservatorios particulares, hacen que la enseñanza de la música pueda llegar a chicos de todos los sectores sociales. Se suma a esto la particularidad que tiene la provincia de contar con magníficas salas como el Auditorio Juan Victoria o los teatros Sarmiento y del Bicentenario, además de algunas salas departamentales, en las que los chicos tienen ocasionalmente la posibilidad de encontrarse con la buena música. Una experiencia que debe hacerse habitual y en forma inclusiva.