Es conocido que San Juan es una de las provincias que tiene una de las redes de riego más extensa y mejor diseñada del país, con más de 1.135 km de canales impermeabilizados y 789 kilómetros de tierra, para regar una superficie de casi 138.000 hectáreas. Pero este privilegio pierde su brillo cuando hay que admitir que esta magnífica red no se cuida como corresponde arrojando en ella todo tipo de basura, sin tomar conciencia del mal que se ocasiona en dos aspectos fundamentales: se contamina el caudal con plásticos y otros desechos tóxicos, y se provocan desbordes y taponamientos que impiden que el agua fluya correctamente.


En momentos que la humanidad se debate en la imperiosa necesidad de evitar la contaminación del ambiente del planeta, en una provincia como la nuestra no nos podemos dar el lujo de contaminar los cursos de agua, de los que depende en gran medida la producción frutihortícola y otras actividades afines como la provisión de agua para el consumo humano o el aprovechamiento turístico.


Tras el período de monda que se realiza durante los meses invernales, en estos últimos días productores, celadores del Departamento de Hidráulica y personas vinculadas al uso del agua para riego, advirtieron que la gente no cesa de arrojar basura a la red de canales. En este sentido uno de los cauces icónicos de esta práctica es el canal Benavidez que corre de Oeste a Este, entre los límites de los departamentos Capital, Rivadavia, Chimbas y Santa Lucía. También hubo denuncias respecto del canal Isla, que lleva agua para regar la zona productiva de Chimbas hacia el Oeste y del canal que corre a un costado de la Ruta 20 en las inmediaciones de la localidad de Las Chacritas, en 9 de Julio, que acaba de ser refaccionado en busca de optimizar su servicio.


En el canal Benavidez, además de residuos domiciliarios, bolsas de plásticos, envoltorios diversos y otros tantos contaminantes que flotan sobre el agua, se ha podido observar restos de heladeras y lavarropas, entre otros artefactos que la gente arroja impunemente y sin ningún tipo de remordimiento.


Los esfuerzos que está haciendo la provincia en cada uno de los centros de reciclajes de la basura que se recolecta mediante los servicios municipales o en el centro procesador mayor que está en Rivadavia, evidentemente no son tenidos en cuenta por quienes usan la red de riego como vertedero de toneladas de basura. Un problema de concientización que habrá que solucionar a la brevedad para tratar de encontrar una salida a estos casos de contaminación ambiental que afectan la calidad de vida.