Cada vez que se aproxima la cosecha de alguna de las producciones que son propias de la provincia, o que se necesita realizar algún trabajo con amplia oferta laboral de tareas no especializadas, surge el problema de que en San Juan no se cuenta con el número suficiente de trabajadores rurales ni de otros rubros, para hacer frente a esa demanda que, en ocasiones, resulta inadmisible dados los niveles de desocupación del país que alcanzan el 13% y en la provincia, el 6,5%, según datos del INDEC. 


El Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) es uno de los organismos oficiales que intenta solucionar el problema que existe en la zona rural cada vez que es necesario levantar una cosecha. El organismo ha revelado que en San Juan hay mucho menos cosecheros de los que se necesitan y que por ese motivo hay que trabajar en promover esta actividad infundiendo la cultura del trabajo y dejando de lado la especulación de no aceptar un trabajo temporario por no perder un plan social. Esa es una de las claves para solucionar este tema ya que mientras la gente no quiera trabajar, con diversos justificativos, en tareas agrícolas o en otras con mucha oferta laboral, no habrá posibilidad de restablecer el nivel de producción ni de achicar los actuales índices de desocupación. 


Lógicamente, el problema no es exclusivo de San Juan. Otras provincias u otras economías regionales también lo padecen por lo que la solución deberá llegar desde el ámbito nacional donde se tiene que prever medidas de acción que destraben el actual esquema que hace que no se consiga la cantidad de trabajadores temporarios que se requiere en cada una de las regiones. 


Hay que tener en cuenta que las economías regionales son generadoras de mano de obra intensiva y como tal precisan de miles de trabajadores no calificados para poder cumplir con las tareas que requiere la cosecha de cultivos y el mantenimiento de los lugares . En nuestro caso hay varias cosechas a lo largo del año, pero el problema se intensifica con la de algunos productos en particular como la aceituna y la vid. De esta última depende en gran medida nuestra economía provincial y regional. 


También hay que considerar que el problema de la falta de mano de obra para trabajos rurales o de la industria , no es un fenómeno nuevo, ya que se registra desde hace varias décadas. Lo que ha ocurrido es que se ha agravado con el Covid-19, al no haberse podido concretar el movimiento de trabajadores golondrinas de otras provincias o del extranjero.