Es un hecho que muchas de las especies características de nuestra provincia y de la Región de Cuyo están en peligro de extinción, un fenómeno que hay que revertir para preservar y evitar la desaparición de animales autóctonos que contribuyen con la biodiversidad de la zona.


Cada vez que se habla sobre el cambio climático y las causas que lo provocan se hace mención a la vida en la tierra y a la necesidad de preservar la fauna y la flora de las acciones del hombre, considerado como uno de los principales depredadores, que deberá reconsiderar su comportamiento si es que no quiere ser el único responsable de la extinción de miles de ejemplares como está ocurriendo en la actualidad.


Para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en el mundo hay unas 5.200 especies de animales en peligro de extinción, la mayoría de ellas a consecuencia de la destrucción y fragmentación de sus hábitats, algo que se observa cuando hay incendios forestales, talas o desmontes destinados a ampliar superficies cultivables o proyectos inmobiliarios; contaminación de ríos y lagos, u otras acciones invasivas destinadas a ganar terreno en ámbitos que son propios de determinadas especies animales.


En la provincia de San Juan hay identificadas alrededor de unas 300 especies de animales autóctonos, y el mayor peligro de depredación está dado por el accionar de los cazadores furtivos, a los que no les interesa que haya especies que están en vías de extinción. 


Se sabe que la vicuña es uno de los animales más codiciado por los cazadores, por está en los primeros lugares entre los animales en peligro de extinción. Otros animales que están en su misma condición es la iguana, el cóndor, el zorro colorado y las tortugas terrestres.


Si bien en nuestra provincia está prohibida la caza de animales silvestres en peligro de extinción, se ha comprobado que la actividad no cesa por lo que las autoridades de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable deberán controlar más efectivamente realizando una tarea de concientización antes de llegar a las sanciones que, como ha quedado demostrado, hasta ahora no han sido efectivas permitiendo que los cazadores furtivos sigan delinquiendo con total impunidad.


Acabar con la caza furtiva es una tarea muy necesaria ya que se sabe que junto con las drogas y las armas esta práctica representa el tercer negocio ilegal más redituable en la actualidad.