Las tecnologías de la información y la comunicación han llegado a ocupar un papel central en la vida de niños y adolescentes. El impacto de los teléfonos móviles es tal vez el más visible que el uso de Internet entre los menores, los cuales se están convirtiendo en los principales usuarios de los diferentes servicios que ofrecen los prestadores del sistema.


Lo cierto es que cinco de cada diez adolescentes usan el celular por más de 12 horas diarias en la Argentina, según una encuesta realizada por una de las empresas proveedoras de los equipos en nuestro país, consultando a usuarios de 10 a 19 años. Esto señala la importancia que tiene el celular en la vida cotidiana de los menores, aunque existe lo que puede tildarse de excepcional: sólo un 2% lo utiliza durante una hora o menos por día.


Nuestro país sigue una tendencia mundial, ya que las últimas investigaciones internacionales coinciden en que los adolescentes mantienen encendido el aparato las 24 horas del día y no simplemente porque lo estén utilizando sino porque los jóvenes lo tienen en sus manos casi todo ese tiempo. Por su carácter portátil los estudios coinciden en que la telefonía móvil es la pantalla que más acompaña a los adolescentes durante el día.


Es que realizan todas sus actividades a partir del teléfono móvil, se comunican con amigos, escuchan música, buscan información, juegan en red y hacen las tareas escolares junto al aparato. Pero al mismo tiempo que aumenta el uso de los dispositivos de comunicación aumentan los problemas llegando a la adicción y el comportamiento peligroso para la salud, según los estudios, sin que existan métodos para el uso racional del celular.


Los psicólogos advierten que para los adolescentes las redes sociales y el contacto con amigos son una tarea primordial de desarrollo y enfoque, y cuando se quita esa línea de comunicación habrá una reacción emocional muy importante, una ruptura en la relación padre-hijo. Para la especialista en cultura juvenil y consultora de la Unesco, Roxana Morduchowicz, se trata de transformaciones muy recientes y muy dinámicas: hace diez años ningún adolescente mencionaba a las redes sociales y hoy, no hay ninguno fuera de ellas.


Las recomendaciones para el uso responsable del celular incluyen proporcionar el móvil a una edad en la que los chicos tengan criterio correcto para su uso y las limitaciones que requiere un manejo responsable.