A mediados del año pasado, en plena pandemia del Covid-19, el yacimiento Vaca Muerta atravesó por uno de sus peores momentos con una considerable reducción de inversiones y, consecuentemente, una baja de producción que por momento llegó a plantear la posibilidad de un cese total de actividades. Afortunadamente este proceso se revirtió y en enero pasado el yacimiento registró su mayor actividad en un año y medio, lo que da pautas de que se está frente a una auténtica reactivación. 


Respecto de la producción de petróleo no sólo se recuperaron los niveles previos a la pandemia sino que se han alcanzado algunos récords como el de los 124.000 barriles por día, por encima de muchas formaciones de otras partes del mundo. Pero donde el crecimiento de la producción se ha hecho más notorio es en el de la producción de gas que alcanzó un 40% gracias al plan Gas.Ar. que comprende un programa de incentivos a la producción local de gas, con la contrapartida por parte de las empresas de la promesa de mantener estable la producción en niveles cercanos a los 100 millones de metros cúbicos de gas por día, durante los próximos cuatro años. 


Hay que tener en cuenta que el yacimiento Vaca Muerta , una superficie de más de 30.000 kilómetros cuadrados llenos de gas y petróleo ubicada en su mayor parte en la provincia de Neuquén, representa la esperanza de Argentina para romper sus ciclos de crisis económicas recurrentes. Es por eso que la drástica reducción de los niveles de producción experimentada el año pasado, en coincidencia con la pandemia, hicieron pensar que esta alternativa no sería válida al no contarse con los inversores necesarios. 


Los indicativos de que se está ante una recuperación fueron dados por un relevamiento privado que determinó que en enero último el número de fracturas realizadas fueron similares a las de agosto de 2019, momento en que los proyectos de explotación estaban en su mejor momento. Esto determinó que en comparación a diciembre del año pasado la actividad tuviera en enero pasado un incremento del 42% y del 21% por encima del nivel alcanzado en enero de 2020. 


De acuerdo a las proyecciones, la actividad debería seguir mejorando y esto se traduciría en una mayor confianza de los inversores necesarios para llevar a delante los proyectos de explotación. La clave de todo hay que buscarla en la leve recuperación del precio internacional del petróleo y el lanzamiento del plan Gas.Ar que fue bien recibido por los mercados.