Mientras que en Catamarca y Jujuy las escuelas rurales están volviendo en estos días a las clases presenciales, en nuestra provincia las escuelas de este tipo entre las que se encuentran las agrotécnicas, acordaron entre dirigentes gremiales y autoridades del Ministerio de Educación, con la anuncia de algunos padres, que los alumnos seguirán sin concurrir hasta después de las vacaciones de invierno. La medida, desafortunada desde cualquier punto de vista que se la mire, implica la pérdida de un tiempo precioso no sólo por la falta de recepción de conocimientos en general, sino por falta del aprendizaje que se obtiene participando de tareas rurales vinculadas al trabajo en chacras, viñedos y granjas, entre otras.


Los chicos no sólo dejaron de concurrir a la escuela sistemáticamente con motivo de la pandemia del Covid-19, sino que han estado perdiendo las clases prácticas, que en cada especialidad son de gran importancia, porque permiten llevar al campo real todos los conceptos teóricos que se imparten en clases.


Fue el personal directivo, docente y de maestranza, como porteros y caseros, de cada uno de los 14 establecimientos educativos que funciona en la provincia, quienes se responsabilizaron de que todos los recursos se siguieran manteniendo a costa de una gran cuota de sacrificio que implica tener que concurrir periódicamente a las escuelas.


De haberse aceptado la observación de que las escuelas agrotécnicas o rurales, por la ubicación en que se encuentran y el bajo riesgo de contagios, ya están en condiciones de reanudar sus actividades presenciales, los alumnos ya podrían estar insertos en el proceso de enseñanza-aprendizaje contribuyendo decisivamente con las labores de campo que constituyen el alma de la enseñanza agroindustrial.


En espera de que pasen las vacaciones de invierno, las escuelas agrotécnicas deberán seguir siendo mantenidas por el personal de cada establecimiento, tarea que a pesar de haberse hecho con mucha dedicación y voluntad, no ha impedido en muchos casos perder su capacidad productiva. Escuelas como la de Enología, que por su ubicación es la más céntrica de todas, no ha podio este año elaborar sus vinos y algunos otros productos regionales como dulces y mermeladas. Todo esto va en detrimento de la producción de estas escuelas y de los propios alumnos que este año tendrán un atraso en el proceso de aprendizaje que deberán intentar remontar en el segundo semestre.