El crecimiento de la actividad turística en Argentina ya no es un simple anhelo de las autoridades o de los operadores turísticos. Desde hace dos años nuestro país ha comenzado a ser uno de los destinos preferidos de Latinoamérica, en respuesta a una serie de medidas tendientes a promover la llegada de turistas de todas partes del mundo y de alentar el turismo interno con destinos no tradicionales en distintos puntos del país.


En la última Feria Internacional del Turismo de América latina (FIT) realizada hace unos días en La Rural de Palermo, la Organización Mundial del Turismo reveló que la Argentina, durante el primer semestre de este año, quedó en séptimo lugar entre el turismo extranjero, con un crecimiento del 10% en relación al año pasado. Nuestro país sólo fue superado, por seis países de Asia y Medio Oriente, lo que significa que es el que más creció en todo Occidente. A esto hay que sumarle que desde 2017, es el país con mayor cantidad de turismo receptivo de América del Sur, con la llegada de entre 6 o 7 millones de turistas al año, según las autoridades del área de Turismo de la Nación.


En este encuentro internacional también quedaron claras las pautas que están generando este fenómeno de crecimiento. Se mencionó a los acuerdos con las empresas de transporte, interesando a muchas compañías aéreas que no llegaban a la Argentina, y a la generación de nuevas rutas con empresas que ya estaban operando. Medidas fiscales como el reintegro del IVA del alojamiento para los turistas extranjeros. La eliminación de las tasas de reciprocidad y mayores facilidades para el visado, a países como China que es el que más turistas mueve en el mundo. Hay otras series de facilidades que han simplificado el arribo de turistas y en los que se deberá seguir trabajando en los próximo años más allá del gobierno que le toque administrar el país.


Otro aspecto importante y en el que nuestra provincia deberá prestar especial atención para posicionarse como uno de los destinos turísticos no tradicionales, es la idea de programar una distribución territorial mucho más amplia en la promoción turística, convencidos del potencial que tiene la actividad para generar beneficios económicos en todas las regiones del país. Destinos tradicionales como la Costa o las Sierras de Córdoba, ya no serán los únicos privilegiados sino que se apostará a promover la Patagonia, el Norte del país y la Región de Cuyo, con Mendoza como epicentro. Es en esta instancia en la que San Juan deberá mejorar la condiciones de su oferta turística con una propuesta integral que incluya las facetas más destacables, a fin de ganar protagonismo en este nuevo esquema.