Dentro de su acervo cultural la provincia de San Juan tiene varias manifestaciones que la identifican plenamente. Una de ellas son las ferias de artesanías que se suceden periódicamente en distintos puntos de los departamentos del Gran San Juan y también de zonas más alejadas. Coordinadas, en su gran mayoría, por las áreas de cultura y turismo de los respectivos municipios, en ocasiones con el apoyo del Gobierno provincial, estas ferias departamentales cumplen el doble objetivo de ofrecer a las comunidades del lugar y a las eventuales visitas que llegan a la provincia, productos regionales artesanales, algunos de ellos realizados con gran esmero y calidad.
A la cita semanal que muchas de estas ferias representan en las plazas departamentales o predios especialmente acondicionados -tras el período más duro de la pandemia este tipo de ferias han resurgido en toda la provincia contabilizándose más de 10 en forma simultánea-, este año se está preparando nuevamente para la primera quincena de Mayo la feria internacional de artesanías, una posibilidad para que la producción de los artesanos locales se muestre ante una gran cantidad de público en un evento de carácter internacional. Para esto hay que promover que la comunidad de artesanos comience a darle a sus trabajos un carácter de identidad propia que los distinga del resto.
En San Juan, especialmente en los departamentos cordilleranos o de zonas alejadas como Valle Fértil se produce muy buena calidad de artesanías que muchas veces no se ofrece de la manera más conveniente. Desde productos realizados con madera, piedra y otros materiales propios de cada zona hasta los infaltables dulces o conservas, la oferta que este sector es variada, aunque su comercialización no siempre se realiza en la forma ideal. Hace falta más organización y estructura para promover las ventas en ámbitos que vayan más allá de su lugar de origen. También hay que darle mayor valor agregado a los productos y promover la venta de objetos identificatorios de San Juan que pueden ser desde un simple mate hasta una remera o gorra que señalen lugares o elementos propios de la provincia.
Con el debido apoyo por parte de organismos oficiales vinculados a la cultura y el arte, como también al turismo, la actividad artesanal es capaz de generar fuentes de trabajo y un movimiento económico importante. Actualmente en la provincia hay más de 70 artesanos debidamente registrados, pero se calcula que hay alguna decena más que trabaja sin estar identificados. Para ello hay que reunir a todas la gente que realiza artesanías en la provincia e incentivarla para que sus productos tengan un sello propio que los identifique y sin perder su esencia.
