Hemos tenido otro inicio de clases con un paro de actividades que, por el bien de los niños, no alcanzó a tener todo el éxito esperado por sus organizadores. Esto es el indicio más claro de que algo está cambiando en el país, en relación a las exigencias sindicales que hasta hace poco eran determinantes y absolutas.


El sector gremial representado, en este caso, por CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) ya no tiene el poder de convocatoria de hace unos años, porque como lo aseguran las autoridades del Gobierno nacional, la sociedad está entendiendo que los malos resultados educativos son, en gran parte, responsabilidad de los 12 años en que esta central de trabajadores estuvo comandando lo destinos de la educación del país.


La lógica con la que CTERA toma decisiones está más relacionada con la política partidaria que con el sentido sindical. De lo contrario dedicarían más tiempo a hablar de formación docente, capacitación, y otros asuntos de incumbencia gremial vinculados a alcanzar la calidad educativa. No limitarían sus esfuerzos a organizar paros o jornadas de protestas para reclamar por una paritaria nacional inexistente y salarios que no están dentro de las posibilidades de las provincias.


Actualmente hay una realidad distinta que deja más expuesta que nunca las intensiones de un sindicalismo al que solo le interesa demostrar poder.


Hay que tener en cuenta que lo de la paritaria nacional, uno de los principales objetivos de la lucha de CTERA, es algo que el kirchnerismo inventó para darle mayor poder. En realidad, las paritarias docentes son provinciales, porque son las provincias las empleadoras. La Nación no posee empleados y por lo tanto no puede fijar los salarios. Es por eso que cada Gobierno provincial, como en el caso de San Juan, está haciendo el mayor esfuerzo para ofrecer un salario acorde teniendo en cuenta el pacto fiscal que le impide el aumento de impuestos para financiar ese gasto.


En cuanto a la parte pedagógica, la CTERA sistemáticamente se ha opuesto, con el apoyo de otros gremios provinciales afines como UDAP -en el caso de San Juan- a una serie de medidas impulsadas por el actual gobierno. Las pruebas de evaluación "Aprender'' fueron una de ellas. Su resultado fue negativo, demostrando que el sistema educativo no está pasando por un buen momento y que corresponde a cada uno de los sectores de la educación responsabilizarse de esta situación.