El paro general de actividades programado para mañana jueves por la CGT, tiene como principal objetivo acelerar cambios en la política económica del Gobierno Nacional y, más allá de la validez o no del reclamo en este momento, es necesario que la protesta guarde la mesura necesaria si es que no quieren que sea tildada de desestabilizadora o como un atentado a la democracia.

El derecho al paro como también el derecho a trabajar y transitar libremente deberán estar garantizados ese día, de tal forma que sea el propio ciudadano el que decida su adhesión a la medida de fuerza.
 
Las amenazas que han circulado en estos días en contra de quienes han expresado su intensión de trabajar normalmente, como la de Omar Viviani, líder del Sindicato de Peones de Taxis que llamó "a dar vuelta los coches'' de los taxistas que trabajen durante la jornada, representan una agresión inaceptable tanto para los trabajadores, la ciudadanía o las autoridades que deberán estar atentas para evitar hechos de violencia.

Siempre en el rubro de transporte de pasajeros, del que depende en gran medida el éxito o fracaso del paro, han trascendido otras amenazas, por ejemplo hacia las empresas de colectivos en las que hay temor por la integridad de las unidades que pudieran salir a prestar servicio.

Hay que evitar que se generalice el temor de la gente que hasta ahora está dispuesta a trabajar, controlando acciones como las que hubo hace algunas semanas en escuelas donde sectores sindicales llegaron a obstaculizar sus accesos para que los docentes no pudieran dictar clases.

El carácter confrontativo y de agresividad que ha sido común en las últimas manifestaciones en contra del Gobierno, debería dar paso a una actitud más prudente por parte de los sindicalistas que están al frente de la huelga.

En esta ocasión deberían mostrar algo más de mesura ante la responsabilidad que les cabe como organizadores del reclamo, para evitar que la protesta se les vaya de la mano y termine en una confrontación.

Todos los sectores de la vida nacional están llamados a ser muy cuidadosos y a no admitir que grupos interesados en perseguir oscuros objetivos se adueñen de la situación, protagonizando actos de vandalismo o instando a reaccionar violentamente.