Más allá de los emprendimientos forestales, para la explotación maderera, que deberían intensificarse en zonas tradicionales como los departamentos cordilleranos de Iglesia y Calingasta, o en determinados sectores de Sarmiento, Ullum o Zonda, existe la necesidad de que en San Juan sea encarada una gran campaña de forestación en lugares a donde habitualmente concurre la gente y que carecen de la mínima protección que ofrecen los árboles en cualquier época del año.


Lo que están haciendo falta son bosques u oasis, a la vera de los caminos que conducen hacia los principales centros turísticos. En estos sitios, la gente necesita lugares donde parar, que ofrezcan mínimamente sombra y una protección natural, teniendo en cuenta las condiciones adversas que presenta nuestro clima.


En el inicio de la Semana de la Forestación, que se recuerda en septiembre de cada año, fueron anunciados trabajos que incluían la plantación de 30.000 ejemplares. Si esos árboles se hubiesen plantado en determinados puntos de la Ruta Interlagos; en los diques Cuesta del Viento, Punta Negra o Caracoles o en los caminos a los departamentos alejados, incluido el que conduce al paraje Difunta Correa, en Vallecito, en poco tiempo más se podría contar, en esos puntos, con bosques de ejemplares autóctonos, resistentes a las temperaturas extremas.


El desafío más importante está en la forma de conseguir el agua necesaria para que los ejemplares crezcan de la mejor forma. Para esto se podrían utilizar tanques regadores o bien bombas extractoras, con las que se garantizaría un riego regular y puntual de los plantines.


Dotar a la provincia de varios oasis, contribuirá a mejorar las condiciones ambientales, seriamente afectadas por una tendencia que ha hecho que hermosas arboledas fueran erradicadas de caminos de zonas rurales o de fincas dentro de una moda que imponía el despeje de todas esas áreas.


San Juan está ubicada entre las últimas provincias respecto de la cantidad de hectáreas que se disponen para forestación, y si le sumamos a esta situación el hecho de haber recibido muy pocos estímulos para desarrollar esta actividad, nos encontramos con una provincia donde la inversión en estos últimos años ha sido mínima.


Dentro del objetivo de plantar más árboles está la meta de llegar a la deforestación cero, con lo que se completa el objetivo de lograr la recuperación forestal que nuestra provincia tanto necesita.