Si bien la ciudad de San Juan y zonas aledañas, que incluyen el Gran San Juan, cuentan con una red de riego que debería garantizar el crecimiento, desarrollo y estado sanitario del arbolado público, hay zonas y sectores en las que los árboles carecen de una buena dotación de agua para su subsistencia. Los inconvenientes se presentan por el estado irregular de muchos tramos de acequias y obstrucciones que impiden que el agua que se asigna al riego del arbolado público llegue a todos los sitios en la forma que corresponde, dejando a muchas plantas en el más absoluto abandono en relación a una correcta irrigación que hace que sufran de estrés hídrico, que es cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un período determinado o cuando su uso se ve restringido por diversos factores como pueden ser la calidad del agua o la escasez de la misma. 


Más allá de que los organismos oficiales correspondientes como los municipios; la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable o el Departamento de Hidráulica puedan tomar algunas medidas para asegurar el normal provisionamiento de agua, mejorando las redes de riego o las técnicas que se emplean para hacer más efectiva esta tarea, también es responsabilidad de los vecinos frentistas cuidar cada uno de los ejemplares que tienen en sus veredas. El cuidado correspondiente se puede hacer de diversas maneras, utilizando desde fertilizantes hasta asegurando un riego periódico de las plantas con métodos caseros que pueden ser desde la utilización de una manguera de riego en los horarios permitidos, hasta el tradicional riego con balde conforme a las necesidades o requerimiento de cada ejemplar arbóreo. 


Todos estos recursos otorgan la posibilidad de que los árboles continúen creciendo y desarrollándose en la forma correcta, evitando que los diferentes centros urbanos carezcan de los árboles y sombra necesaria para una mejor calidad de vida, especialmente en el verano que es cuando más se valoriza la existencia de un árbol en la vía pública. 


Las campañas de forestación que se han venido realizando en los últimos años por parte de Ambiente de la provincia y los distintos municipios, han sido en la consideración de los expertos en forestación insuficientes para recuperar el arbolado público que se ha perdido en todo el Valle de Tulum y demás valles cordilleranos y precordilleranos. Están haciendo falta campañas mucho más amplias y efectivas para alcanzar al menos, dentro de un par de años, un millón de ejemplares con lo que se podría recuperar en parte lo que se ha perdido y contribuir a mejorar las condiciones del medio ambiente en la provincia. 


La participación vecinal en la tarea de recuperar el arbolado público o mantenerlo en buenas condiciones sanitarias es una práctica antigua que sería necesario reestablecer, al menos mientras dure la sequía.