Sorprendió la gigantesca movilización de estudiantes estadounidenses en demanda de poner fin a la venta libre de armas de fuego. La protesta, en las principales ciudades del país tiene una explicación: el ámbito escolar estadounidense es donde más tiroteos y víctimas fatales ocurren en el mundo, además de las amenazas de bombas.


El debate nacional sobre el acceso a las armas de fuego regresó a la consideración pública después de que el pasado 14 de febrero Nikolas Cruz, un joven de 19 años, atentara contra su antigua escuela en Parkland con un fusil de asalto AR-15, matando a 14 estudiantes y tres profesores. En Florida hubo después un tiroteo en una discoteca, similar al que ocurrió en Las Vegas, este año.


Ante esta crisis de inseguridad pública, el presidente Donald Trump dijo que elevará la edad para portar de armas a los 21 años; armar a los profesores de los colegios y prohibir el acceso a armas de asalto y prohibir los "aceleradores de disparos''. Hasta ahora, el Departamento de Justicia sólo vedó estos dispositivos que multiplican la capacidad de disparos, pero las otras propuestas quedaron en suspenso.


Pedir al Estado una solución definitiva choca con una garantía constitucional y hasta con la cultura del país. El pueblo norteamericano es el más armado del mundo, prácticamente existe la misma cantidad de armas que habitantes. Pero también los legisladores que busca abolir las armas se enfrenta con poderosos intereses económicos y políticos. La influyente Asociación Nacional del Rifle tiene estrechos vínculos con el Partido Republicano y con la industria armamentista.


Sin embargo los estudiantes están decididos a cambiar todo a favor de la paz social. Entre las consignas de los jóvenes manifestantes y sus familiares se destacaba una amenazante: "Podemos y vamos a cambiar este mundo. Haremos de esto una cuestión electoral''. Obama lo intentó, pero no tuvo tiempo o la idiosincrasia del estadounidense medio le dio la espalda.


Una de las compras estrella en el último Black Friday (viernes negro), día de grandes descuentos en EEUU fueron las armas. El FBI recibió hasta 203.086 solicitudes de información de antecedentes, lo que supone un récord histórico de requerimientos en un solo día y un incremento de ventas del 10% respecto al año anterior, que también había sido un récord.