La propuesta de establecer un orden global del siglo XXI, basado en valores históricos que siempre han unido a Francia con Estados Unidos, como son la defensa de la libertad y la democracia, constituyó el eje central del histórico discurso que Emmanuel Macron, pronunció la semana pasada ante el Congreso norteamericano. El presidente francés enfrentó la posición nacionalista y aislacionista que viene proponiendo Trump, desde que asumió a la Casa Blanca, por lo que convocó a los congresistas a construir "un nuevo multilateralismo'' como salida al repliegue planteado por el mandatario estadounidense.


Más allá de las buenas relaciones que existen entre Francia y Estados Unidos, Macrón no ha dudado en criticar la posición de aislamiento asumida por el Estado americano, al señalar que el aislacionismo, el nacionalismo y el repliegue son solo remedios temporales a la frustración y los miedos de los ciudadanos a la política.


Esta actitud política solo consigue debilitar a los países que la implementan, como ocurrió en su momento en la Argentina, cuando el país en un proceso de aislamiento fue cerrando sus fronteras al mundo, con los resultados que todos conocemos.


La agenda globalista de Macron, que es la misma que propone Europa, está enfocada en hacer ver los riesgos que se están observando en el mundo con las desigualdades que se atribuyen a la globalización y los ataques a la democracia que se están haciendo cada vez más habituales.


El presidente francés es un férreo defensor de las libertades y en relación a la actitud que deben asumir las naciones considera que cerrar las puertas al mundo no detendrá la evolución del mismo y que por lo contrario creará un estado de incertidumbre y malestar en los propios ciudadanos, que son los que se verán prohibidos de acceder a muchas ventajas que se ofrecen en la actualidad a nivel global.


Macron sostiene que el mundo está ante un momento crítico y que el repliegue de las naciones amenaza con socavar el orden global que las potencias construyeron después de la Segunda Guerra Mundial para preservar la paz y la estabilidad, y que esto dejará el terreno abierto para que otros poderes llenen el vacío que se esta generando.


El mandatario francés dejó un claro mensaje de que no hay que incentivar la fascinación por nuevos poderes fuertes, el abandono de la libertad y la ilusión de nacionalismo.