El papá de una nena de 7 años de Michigan (Estados Unidos) demandó por un millón de dólares al distrito escolar de la escuela a la que concurre la menor luego de que le cortaran el pelo sin su consentimiento.

En la presentación judicial, Jimmy Hoffmeye responsabilizó también  a una bibliotecaria y una asistente, y alegó que los derechos constitucionales de su hija fueron violados.

Asimismo, denunció que la menor fue víctima de discriminación racial, intimidación étnica, angustia emocional causada intencionalmente y agresión.

Según Hoffmeyer, la nena regresó a su casa de la primaria Ganiard en la ciudad de Mount Pleasant con el pelo cortado por un lado de la cabeza.

Su hija le contó que otra nena usó unas tijeras para cortárselo cuando iba en el micro escolar. "Tenía el pelo largo y rizado antes", afirmó su papá.

Tras ese incidente, el padre la llevó a una peluquiería donde se lo arreglaron y, para no cortarle demasiado. le dejaron un estilo de peinado asimétrico.

Pero a los dos días la chiquita volvió otra vez de la escuela con el pelo cortado.

"Le pregunté qué sucedió y le avisé: ‘Pensé que te dije que ningún niño debería cortarte el pelo", sostuvo Hoffmeyer en ese momento. Y ella le respondió: "Pero papá, fue la maestra".

Entonces el hombre se enteró de que la docente le cortó el pelo "para emparejarlo".

De acuerdo con la demanda, las autoridades escolares fallaron "en capacitar, monitorear, dirigir, disciplinar y supervisar adecuadamente a sus empleados" y deberían "haber sabido que los empleados se involucrarían en el comportamiento denunciado debido a la capacitación, las costumbres, los procedimientos y las políticas inadecuados y la falta de disciplina que existía para los empleados".

En tanto, la superintendente Jennifer Verleger aclaró en un comunicado que la bibliotecaria le cortó el cabello a la nenea con su consentimiento y como "un gesto de buena voluntad", aunque la empleada fue reprendida por ese accionar

Una investigación independiente de la junta escolar dictaminó que a, pesar de las “buenas intenciones”, la trabajadora violó las políticas de la escuela al tomar ese tipo de decisión sin el consentimiento de sus padres y sin avisar previamente a los administradores del distrito.