Marcelo Bielsa marcó este domingo otro hito en su carrera como entrenador: en el encuentro en que el Leeds recibió al Aston Villa, el rosarino ordenó a sus jugadores que se dejen convertir un gol luego de una jugada polémica en la que su equipo se había puesto en ventaja.

Todo comenzó en el minuto 73 cuando Mateusz Klich marcó el primer gol del Leeds en una jugada que desató la ira de sus rivales, que se quedaron reclamando que el equipo de Bielsa parara el juego ya que uno de los futbolistas había quedado lastimado en la mitad de la cancha.

Por la pelea generalizada en el terreno de juego del Elland Road, el árbitro expulsó al egipcio Anwar El-Ghazi, mediocampista del Aston Villa. Mientras tanto, al borde del terreno de juego, Bielsa protagonizaba una acalorada discusión (traductor mediante) con el técnico rival, Dean Smith.

Antes del reinicio del juego, la orden del rosarino fue clara: que sus jugadores se dejaran anotar el empate. Y así ocurrió: sin resistencia, Albert Adomah puso el 1 a 1.

Con el empate, el Leeds sepulta definitivamente la posibilidad de ascender directamente a la Premier League, derecho que consiguieron el Norwich y el Sheffield United. El equipo de Bielsa, tercero, deberá jugar el repechaje en el que se enfrentarán los cuatro equipos siguientes ubicados en la tabla de posiciones, entre los que se encuentran precisamente su rival de este domingo.