Que un niño de tres años se puso al volante de una Ferrari y manejó como un adulto experimentado suena a fake news, pero no: el pequeño Zayn Sofuoglu se subió a una Ferrari SF90 Stradale y la rompió a fondo en un circuito.

Zayn es el hijo de Kenan Sofuoglu, expiloto turco y cinco veces ganador del Campeonato Mundial de Supersport.

Fue justamente su padre quien lo invitó a manejar en un autódromo. Para eso, extendió los pedales de la Ferrari y modificó la butaca del conductor. Así, el niño pudo tener bajo control los mandos del auto y demostrar sus capacidades de conducción.

En su cuenta de Instagram mostró que no fue la primera vez que se subía a un auto deportivo, pero nunca lo había hecho en un trazado profesional.

Más allá de las opiniones personales (cada uno puede pensar distinto acerca de subir a un niño de tres años a una Ferrari de semejante potencia), Zayn demostró mucha soltura durante la conducción y se posicionó como un serio candidato para sobresalir en el automovilismo del futuro.

Cómo es la Ferrari SF90 Stradale

La SF90 Stradale es el auto que transformó para siempre a la mítica marca italiana: es su primer modelo con propulsión híbrida fabricado en serie, es decir, que combina un motor a combustión convencional con otros eléctricos.

La SF90 Stradale mide 4,7 metros de largo, 1,97 m de ancho y 1,86 m de alto. La distancia entre ejes es de 2,65 m. Sus líneas intimidan, por ejemplo con cuatro salidas de escape y un difusor posterior que, junto a otros elementos de aerodinámica activa, logra ofrecer 390 kilos de carga aerodinámica a 250 km/h.

El motor naftero es un V8 4.0 biturbo de 780 CV y 800 Nm de torque máximo. A este se suman tres motores eléctricos que en su conjunto entregan 220 CV, lo que da un total declarado por Ferrari de 1000 caballos de fuerza. La caja es automática de 8 marchas y la tracción a las cuatro ruedas (salvo cuando va en modo 100% eléctrico, que es delantera).

Las baterías son de iones de litio y en modo exclusivamente eléctrico le permiten andar hasta a 135 km/h con una autonomía de 25 kilómetros.

Sin embargo, en aceleración plena es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos, hasta 200 km/h en 6,7 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 340 km/h. La caja es automática de 8 marchas y la tracción a las cuatro ruedas.

Ofrece varios modos de conducción: eDrive (solo eléctrico), Híbrido (selecciona solo entre el V8 y los eléctricos), Performance (prioriza la potencia) y Qualify (máximo rendimiento). También posee un nuevo sistema de control de deslizamiento limitado llamado eSSC.

Adentro tiene un entorno futurista y -obviamente- orientado a la deportividad extrema. Ferrari optó por una pantalla digital de 16 pulgadas, donde al menos en las imágenes de prensa sobresale el tacómetro como instrumento principal. El volante, como ya es costumbre en los modelos de la marca, reagrupa muchos mandos incluidos los guiños.