Cuando le dijeron que Arjuna, un joven que se estaba bañando en un lago ubicado en Kutai Kartanegara, Indonesia, había desaparecido tras ser atacado por un cocodrilo, el chamán Suprianto no lo dudó. Él mismo iría a recuperarlo, vivo o muerto.

Los pobladores de la zona le advirtieron que era muy peligroso, dada la gran cantidad de cocodrilos que hay en esas aguas. Pero él desestimó cualquier riesgo. Sus "poderes sobrenaturales" le permitirían neutralizar a las bestias, aseguró.

Tras entrar al lago, el brujo se quedó unos segundos inmóvil debajo del agua, con los brazos extendidos. Estaba practicando un rito. Una vez que estuvo preparado, empezó a nadar.

Apenas aguantó un puñado de segundos. Eso es lo que tardó en atraparlo un cocodrilo. Cuando lo tuvo entre sus dientes, lo sumergió y se lo llevó.

El cuerpo del chamán Suprianto fue hallado el domingo por la Policía. Estaba junto al de Arjuna.

"Se quedó sin aire al ser arrastrado debajo del agua, pero su cuerpo estaba intacto, con sus brazos y sus piernas", contó el jefe de policía local, Fadillah Zulkarnaen.