Un cartero japonés acumuló entre 2003 y 2019 en su casa en la prefectura de Kanagawa unas 24.000 cartas y paquetes que nunca entregó a sus destinatarios, denunció el servicio de correos nipón ante la Policía.

El caso fue "remitido a la Fiscalía por una presunta violación de la Ley de servicios postales", comunicó este viernes un portavoz policial a los medios locales. En caso de ser declarado culpable, el empleado se enfrenta a una pena de prisión o a una multa de hasta 500.000 yenes (más de 4.500 dólares).

El hombre, de 61 años, admitió su responsabilidad y dijo que no entregó las cartas porque era "demasiadas molestias" hacerlo. "No quería que mis compañeros de trabajo pensaran que yo era menos capaz que las personas más jóvenes", argumentó.

El servicio postal despidió al trabajador y pidió disculpas por lo ocurrido, al tiempo que prometió que los envíos llegarían finalmente a sus destinatarios.