Fueron muchas las lágrimas que derramó la residente de Namibia Annemarie Theron al ver por primera vez las grabaciones de una cámara oculta instalada recientemente frente a la cuna de su hija Laila, de nueve meses. La mujer, que trabaja de gerente de ventas y reservas en un albergue turístico en la localidad de Outjo, había contratado los servicios de una niñera que le habían recomendado unos amigos.

"Cuando vi lo que le había hecho a Laila, no paraba de llorar", confesó Theron al diario 'The Daily Mail'. Se sintió "traicionada y un fracaso total como madre" cuando el video mostró toda la brutalidad con la que la niñera acostó a su bebé, literalmente tirándola a la cuna tras tomarla por los brazos, como si fuera algún objeto desechable.

La cámara oculta fue activada el pasado 13 de septiembre horas antes de lo sucedido, ya que los padres de Laila comenzaron a sospechar algo tras hallar extrañas heridas en el cuerpo de su hija. La madre de la bebé ya había notado moretones en el cuerpo de Laila antes: en julio los detectó en los pies y en agosto los halló en su cuello y los hombros, pero como no tenía pruebas contra la niñera y "no quería ser paranoica", no tomó medidas.