El fin de semana se hizo viral un video en el que se veía claramente cómo un joven aprovecha que una chica estaba distraída mientras se hacía un videoselfie para echarle algo en el vaso. La imagen, que se registró en una fiesta en el Estado de Minas Gerais de Brasil, asustó a todos.

La utilización de la "burundanga" para adormecer a potenciales víctimas no es algo nuevo ni ajeno en nuestro país. Por eso la denuncia que formuló en las redes sociales una joven neuquina generó alarma.

Rafaela contó en sus redes sociales lo que le ocurrió a ella y a un grupo de amigas en la madrugada del domingo en un bar del centro neuquino.

"Hoy nos echaron algo en la botella de champán en un bar de Neuquén. Lo podíamos ver a simple vista, era blanco y se deshacía. Agradezco ya estar en mi casa y que no nos haya pasado nada. Ni tomar algo con amigas se puede", escribió en su posteo.

"Fui con amigas a bailar, estábamos tomando champán y decidimos salir a fumar afuera del bar. Cuando regresamos a la mesa nos encontramos con algo extraño en la botella", le relató Rafaela a LM Neuquén.

"Me di cuenta de que nos habían puesto algo en la bebida, se lo comenté a mis amigas y luego fuimos a hablar con la encargada de la barra, que vio lo mismo", comentó.

"Si fuese una pastilla quizás hubiese sido efervescente, pero era algo mas consistente. Nunca nos había pasado algo así. Estamos asustadas por la situación, por eso lo compartí en las redes a modo deadvertencia", señaló a LMN la joven.

Qué es la burundanga

La burundanga, también llamada escopolamina, es una sustancia psicotrópica perfecta para los agresores, pues provoca un automatismo en el cerebro de la víctima causando un estado de sumisión ante cualquier orden.

De este modo, algunos delincuentes y agresores sexuales suministran el fármaco a la persona que desean robar, violar o incluso asesinar. Una vez consumido, la víctima queda totalmente desprotegida.

Lo que hace dificultoso detectar esta droga para la víctima es que no sabe ni huele a nada en particular y puede ser suministrada a través de diferentes medios, tales como la comida, la bebida (si se trata de bebidas alcohólicas el efecto depresor aumenta) o incluso por vía inhaladora (por ejemplo, un cigarro o pañuelo contaminado).