Jordan Holgerson tiene 16 años. Junto a un grupo de amigos había llegado a un puente que atravesaba el Río Lewis, en Moulton Falls, Yacolt, Washington. Jordan tenía miedo. Todos saltarían hacia el agua desde una gran altura, pero ella tenía miedo. Natural. Entendible.

Hasta que súbitamente alguien la empujó violentamente desde atrás, sin que pudiera reaccionar. La joven grita desesperada, moviendo sus extremidades en el aire, buscando aferrarse a algo que no podrá detener su caída desde el precipicio. Quien provocó su vuelo de 20 metros fue nada menos que una de sus "amigas".

Dos segundos después puede escucharse del empellón, puede escucharse cómo su cuerpo impacta contra el río. Escalofriante. Son ocho segundos dramáticos en lo que uno de los miembros del grupo estaba grabando con su teléfono celular. "No, no lo haré", dice instantes antes Jordan. Es ahí cuando una de sus amigas tomó la brutal decisión.

Jordan sobrevivió de milagro a la caída de 20 metros. Fue trasladada de urgencia al PeaceHealth Southwest Washington Medical Center donde pudieron salvarle la vida. "En el aire, creo que podría haber perdido el conocimiento. Pero estaba consciente y despierta cuando choqué contra el agua", dijo la adolescente a la cadena KGW8. "Podría haber muerto", resumió.

La madre de la jovencita informó que como consecuencia del golpe su hija sufrió la fractura de cinco costillas, traumas en el esófago, la tráquea lesionada, aire en el pecho y un pulmón perforado. "Tiene suerte de no haber quedado paralítica o de estar muerta y que podrá recuperarse", dijo Genelle Holgerson al diario Thoroughbred Daily News.

En tanto, la persona que empujó a Jordan es una "adulta" que era "amiga" de ella. Al parecer estaba impaciente y enojada con la joven porque no se animaba a arrojarse hacia el río por sus propios medios. Ella decidió -de forma brutal- acelerar los tiempos. "Estoy muy enojada con ella. Es adulta, y estoy seguro de que debería haberlo sabido. Ella podría haber matado a mi hija", agregó Holgerson.