Matías Ruarte explora en su exposición los efectos del agua sobre cuerpos sumergidos


Hoy por la noche, el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson dejará inaugurada su temporada 2019 con tres exposiciones tan distintas como atractivas (ver aparte). Y una de ellas pertenece a un joven artista sanjuanino, que el verano pasado alcanzó considerable popularidad luego de pintar el mural más alto de la provincia sobre uno de los edificios ubicados en Avenida Alem e Ignacio de la Roza. Y si bien lo que mostrará ahora tiene similitudes con aquella imagen veraniega que sirvió para promocionar la pasada Fiesta del Sol, el artista puntualizó que la producción que verá la luz en la Sala 3 se remonta a 2014, cuando comenzó con esta serie. "Summer-gidos", la bautizó, con un juego de palabras que alude al verano (summer, en inglés) y al agua, y que reúne acrílicos sobre lienzo e instalaciones, donde plasma sus estudios sobre el efecto del agua en los cuerpos.


"Esta búsqueda arrancó a partir de una inquietud mía por la abstracción y la figuración al mismo tiempo. Empecé a explorar lo que generaba el agua en las figuras humanas, el movimiento, los reflejos, los colores... el que predomina es el azul y juego mucho con su opuesto, que es el anaranjado. Y además es como que nos sumergimos para emerger renovados energéticamente. En ese proceso es donde capto momentos y juego con eso en lo pictórico. Otra de las cosas importantes que he buscado generar es el efímero momento donde el calor deja el cuerpo humano, cuando la piel entra en contacto con el agua", se explayó el artista. Sin embargo, y aunque explica el concepto que enhebra su obra, Ruarte asegura que "me gusta que la gente interprete cada pintura más libremente, sin que yo tenga que explicarle; dejarlas abiertas para que el que la vea tenga su propia interpretación".


Matías Ruarte comenzó su carrera hace una década, atraído por el dibujo y la pintura. "Ahí decidí entrar a la facultad de Bellas Artes; pero no con la idea de tener un título, sino de aprender. Después dejé para ponerme 100% a investigar y producir", comentó a DIARIO DE CUYO el joven que esencialmente se considera autodidacta.


Ayer, junto al personal del Museo, el artista de flamantes 31 años, terminó de "colgar" su muestra, la primera en el Museo, con la que debuta en las ligas mayores.


"Desde fines de 2018 que vengo muy muy muy a full, porque paso de pintar el gran mural a exponer en el Museo Franklin... la verdad es que todavía no caigo, porque uno está como muy metido en todo el trabajo, esfuerzo y sacrificio que le pone a esto ¿no?", se sincera Matías, para quien ambos acontecimientos son dos opuestos que felizmente se complementan.


"Me interesa mucho esto del afuera y adentro. Pintar un edificio, que lo puede ver cualquiera que pasa por la calle, le guste o no el arte, que es para toda la gente y que tiene una repercusión muy grande, porque desde que lo empezás a hacer comienza a interactuar... Y estar en el museo, que es más para quien va específicamente a ver arte. Las dos experiencias son muy diferentes y es interesantísimo", concluyó Ruarte. 

El piletín anaranjado que se roba las miradas en una de sus pinturas, será también parte de una instalación, en profunda conexión con el verano y los recuerdos de infancia de Ruarte.


Para agendar

Lágrimas, muestra gráfico-digital de Beatriz García Huertas (sala 1); 20:52, pinturas y fotografías de autores varios, sobre el terremoto de 1944 (sala 2); y Summer-gidos, de Ruarte (sala 3), inauguran hoy a las 20.30 en el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. La entrada es libre y gratuita.