Santiago, Manuel, Julio César, José María, Ariel y los hermanos Nicolás y Carlos son los que cada día arriesgan el pellejo en el Globo de la Muerte, uno de los números más fuertes del Rodas. ¿Por qué? No sólo por lo que se ve y siente cada vez que entran a girar dentro de la infernal esfera, de la que no siempre han salido ilesos (aunque nunca pasó nada grave, dirán). Sino porque es la primera vez que siete motos hacen de las suyas en simultáneo, un número que les deparó un Récord Guinness hace seis meses, en Paraguay.
"Vengo de una familia normal, yo soy el oveja negra", cuenta con una sonrisa Carlos Santander, el líder del grupo, mendocino, que hace 16 años se subió a la vida del circo, hace una década entró al globo y hace un par de años sumó a su hermano. "Lo fundamental es que las motos estén impecables y los globistas concentrados. Esto es un trabajo en equipo", resalta.

