Amables y dispuestos. Así se mostraron estos sanjuaninos, Rony Vargas y Mario Pereyra, míticas figuras de la radio argentina, que volvieron a su provincia natal juntos por primera vez en 35 años. Parece increíble, pero aunque ambos regresaron varias veces desde que se radicaron en Córdoba, no habían vuelto juntos. Y ocurrió ayer, en el marco de la invitación de Maridarte (ver aparte) y además, en vísperas del Día de la Radiofusión argentina; lo que parece casi un guiño del almanaque. "¿Te peinaste?', le dice, socarrón, Ronny a Mario mientras posan para DIARIO DE CUYO. Se hacen chistes. Se muestran cómplices. Tienen 75 y 74 años y se conocieron antes de cumplir los 20, cuando entraron a trabajar en Radio Colón.

Eran "los inútiles', como les llamaba un operador de entonces a todos los nuevos. Rony recordó con cariño su paso por LV1 y destacó la visión de Francisco Bustelo- de quien lamentó su fallecimiento- y con memoria prodigiosa recuerda hitos de la radiofonía local. Desde sus comienzos tuvieron cada uno su propio programa, pero Rony y Mario emprendieron en conjunto la producción de espectáculos y el famoso "circuito de carnavales'. Por eso cuando decidieron irse a La Docta eran hace rato personajes reconocidos.

"Me cansé de dar abrazos', dice, gratificado Rony sobre estos tres días que pasó en su provincia. Hacía tiempo que no tenía una estadía tan larga y aprovechó para reencontrarse con amigos de la juventud. Él siente el cariño de los sanjuaninos. "Me encanta que te reconozcan andando por la calle, que te inviten de un lugar a otro. Sinceramente me hace sentir bien'.

Distinta vivencia tiene Mario. "Nah... ni saben quién soy!' dice sobre la reacción de los sanjuaninos con los que se cruzó. Sin embargo aún cuando se define como "el práctico' de la dupla, dedica un segundo para el recuerdo de antaño. "Fueron otros momentos, aquellos tiempos aquí fueron inolvidables, extraordinarios, únicos. Siempre vivo pensando en San Juan. Evidentemente estamos más tiempo allá, también quiero a Córdoba: mi infancia está aquí y mi adultez allá'. 

"Nunca hemos tenido un sí o no entre nosotros. O una falta de respeto. Nunca le dije huev..., como dicen en San Juan o él a mí', dice Rony que definió la relación entre ellos como "bastante interesante y difícil de comprender'.
 
Para Pereyra -quien recibirá un Konex en septiembre por la dirección periodística de la emisora-, "las cosas se dan porque Dios lo dispone' y resaltó: "Él se lo merece, capaz que yo también, el estar a la mañana en el horario central, el que da más popularidad. Él podría haber pateado todo y pedirlo, no lo hizo. Esa es la grandeza de Rony', aseguró. "Él sabe que yo he estado a su lado siempre y yo que él también lo está' puntualizó el conductor.

Trabajan juntos y aunque no están todos los días en la casa del otro, se juntan para ocasiones familiares y ahora tendrán una cercanía extra porque volverán a ser vecinos, como cuando vivían en veredas opuestas en el barrio Patricios en sus inicios. Bromean con que uno podrá ver el balcón del otro, porque van a vivir en el mismo complejo de departamentos.

"Somos dos estilos distintos', dice haciendo notar sus vestimentas diferentes Pereyra, quien este año anunció que dejará de hacer su programa, aunque asegura que "no se enterará nadie' cuándo será el último. "No me gustan las despedidas, no quiero llorar, no quiero emocionarme, estoy enfermito del corazón' dice para explicar su decisión que dice es definitiva. Rony se queda, no sabe hasta cuándo. Simplemente hasta que sienta ganas de no estar en el trajín diario.

Los opuestos se atraen, dice la frase. Y quizás sea eso lo que llevó a estos dos sanjuaninos a forjar una entrañable amistad y una sociedad laboral que les permitió trascender en eso que los une: la radio.

 

Entre sabores y elegancia


Anoche se desarrolló el Maridarte en el salón especial que posee en el subsuelo el Hotel Del Bono Park. Con la presencia de 212 invitados, Mario Pereyra y Rony Vargas fueron los distinguidos invitados a la mesa. Acompañados por sus esposas, el hijo de Rony, Juan Manuel y su señora, fueron recibidos con un cálido aplauso del público. La cena y degustación, comenzó pasadas la hora 22. Quienes oficiaron la ceremonia de bienvenida, Guillermo Mercado y Claudio Karam, brindaron una explicación sobre los aceites y la forma de degustarlos, luego de dar una bendición religiosa.

El menú consistió en un Xumek Extra Brut maridado con lomito de cerdo ahumado; después hubo cata de vinos con varietales finos, maridados con ensaladas, codorniz, bifes y queso de cabra, entre otros platos. Un espectáculo musical por el Coro de la Universidad Católica de Cuyo, deleitó los oídos de los comensales y en el final de la noche, Mario y Rony se despidieron con gratitud y realizaron un brindis especial con espumantes.