Ella es de San Juan, él de Buenos Aires. Ambos integran una misma compañía nacional con proyección internacional que encabezan Florencia Cura, Fernando Mónaco y Esteban Nieva, quienes llevan el malambo show por el país y el mundo. En grupos diferentes -él en Puro Gaucho, de varones; ella en Bravas, de chicas- se conocieron en el viaje a China, invitados al Festival Wuqiao Circus. Se enamoraron y cuando se desató la pandemia de Covid-19, vinieron a San Juan. Suspendidas las giras, pensaron por qué no sembrar la semilla de esto que aman aquí en la provincia, y se largaron a capacitar en malambo, bombo, poncho y boleadoras para espectáculo. Son Ana Paula Ayala (26) y Marcos Morfil (29) y aseguran que desde que comenzaron a enseñarlo, creció notablemente la cantidad de adeptos a esta vistosa disciplina, cuyo impacto y destreza han cautivado aquí y allá gracias a reconocidos elencos argentos como Malevo -ovacionados en America's Got Talent- y Bien Argentino.


"El malambo show apunta a salir de lo tradicional y a brindar una función que tiene mucho de audiovisual. Está armado para impactar al espectador. Muchas veces se trabaja como parte del espectáculo circense o como show en sí mismo", comentó Morfil, profesor de danzas folclóricas argentinas recibido en la EDTA, quien tras ganar Pre Cosquín en 2018 en el rubro malambo combinado con El viejo algarrobal, decidió dar un giro y abocarse a este estilo, con el que también ya viajó por Alemania junto a su anterior grupo, Revancha Gauchos (comandado por Pablo Touron y Giselle Takakuwa). "Malevo fue como el abanderado en esto y desde entonces se abrieron puertas impresionantes en el exterior para muchas compañías. Al público le encanta, las boleadoras impactan porque son un elemento peligroso, el bombo también brinda mucho show, el poncho es un elemento muy lindo para trabajar. Y todo eso se complementa con un look extravagante que de por sí llama la atención, porque la ropa no tiene nada que ver con la pilcha gaucha, ya que lleva brillos, piedras, colores; se usan zapatos altos y el pelo mojado o con postizos y maquillaje fantasía. Hay mucha puesta en escena, mucho de todo", se explayó Ayala, profesora de danzas folclóricas argentinas y flamenco, quien considera que son precursores en este arte en la provincia. 


"Acá no se ve mucho esta disciplina, no hay profes que la ejecuten. Han venido algunos profes de otras provincias a dar un seminario, y a los alumnos les pasa lo que me pasó a mí: vienen, dan mucha información y se van. Entonces en medio de esta pandemia, como teníamos más tiempo disponible, surgió la posibilidad de concretar un par de proyectos: Por un lado, armar una sede de Bravas aquí, como representantes y bajo la dirección de Florencia; dirigida a bailarines de diferentes disciplinas, capacitando y asesorando para que el día de mañana, si hay un show o un viaje, estén formados para poder hacerlos" explicó a DIARIO DE CUYO Ana Paula, que baila malambo desde los 16, tuvo como maestros a Oscar Arredondo y a Juan Peletier, fue convocada para sumarse a la gran compañía el año pasado -junto a chicas de diferentes puntos del país- y desde antes de la gira por China (de la que este mes se cumple un año) se zambulló de lleno en este mundo que la fascinó. "Y lo otro es un taller inicial nuestro que estamos dictando en el Instituto de danzas Andalucía, destinado a gente de todas las edades con o sin experiencia, porque hay gente que no quiere aprender de manera profesional ni trabajar de esto, pero sí hacerlo como una experiencia que suma", agregó la bailarina, que dice que por ahora no quieren comprometerse a formar una compañía provincial, ya que en cuanto sea posible, retomarán las giras pendientes. Y si bien consideran que sí se puede mantener el contacto con los alumnos y seguir con el taller, incluso a distancia; no es lo mismo la presencia que demanda un elenco profesional.


Ejecución de bombos, boleadoras y poncho, además de malambo básico, todo en modo "fantasía", son los temas fundamentales que se abordan en el malambo show. Y no es necesario -aseguran- que el aprendiz venga del palo del folclore. "Pueden venir de ritmos latinos, de árabe, de flamenco, de lo que sea. Incluso pueden aprenderlo y luego adaptarlo a sus disciplinas y es hermoso hacer esa fusión", aclaró Ana Paula. "Todo es muy coreografiado, muy técnico, es show. Enseñamos a pararse, a caminar diferente. Es cuestión de animarse y de tener ganas de aprender", subrayó.


 ¿Y qué dicen los tradicionalistas sobre este malambo con lentejuelas? "Hay un poco de todo, seguramente haya gente muy ortodoxa que quizás no esté de acuerdo, pero también están los que tienen la mente más abierta, ven que se puede trabajar y hacer un oficio de esto; y en cierto modo aceptan lo nuevo" opinó Marcos. "La gente que es más tradicional va a seguir así y quizás apoye lo nuevo, pero no lo hará. Pero hay respeto de ambas partes, mutuamente', añadió Ana Paula. En esa línea, ambos coinciden en que el malambo show aún no tiene cabida en los más famosos festivales y certámenes folclóricos del país.


"Estaría bueno que haya un nuevo rubro que encierre todo lo que es malambo show. En Laborde no creo porque es muy tradicionalista, pero sí quizás en Cosquín, que tiene más de show y es posible que en algún momento pueda verse", considera la dupla, por ahora enfocada en sus proyectos personales y en que el malambo show hunda raíces en tierra sanjuanina. 



FOTOS: DANIEL ARIAS