Al poco tiempo que un extraño llega a un pueblito en las montañas de Corea del Sur, una rara enfermedad comienza a afectar a los habitantes y un policía será el encargado de investigar el incidente para resolver el misterio y salvar a su hija que muestra síntomas de un cambio pronunciado en su persona. Esta es la trama central de En presencia del diablo, film que llega hoy en estreno nacional en formato 2D subtitulado a las cadenas locales de Cinemacenter (Hiper Libertad a las 19.10, 20.20 y 22.20) y Play Cinema (Patio Alvear a las 22.50). 

Los rumores y las supersticiones se propagan a causa de la presencia de un anciano japonés que vive como un ermitaño y deambula por la región. Frente a la incompetencia de los uniformados y ante la falta de una explicación lógica respecto a esta infección cutánea que transforma a los lugareños en enajenados que masacran a sus respectivas familias, algunos habitantes del pueblo buscarán a un chamán para que los proteja. Además, Jong-Gu, un efectivo policial cuya familia está directamente amenazada, también cree que se trata de crímenes sobrenaturales. 

Del coreano Na Hong-Jin, el director de The Chaser (2008) y The Yellow Sea (2010), esta cinta de terror meterá miedo desde la gran pantalla con asesinatos seriales, litros de sangre, fenómenos paranormales y presencias diabólicas.  

La película es apta para mayores de 13 años y está protagonizada por Hwang Jung-min, Kwak Do-won, Chun Woo-hee, Jo Han-cheol, Jun Kunimura y Jang So-yeon. 
 

Otro debut pero de color nacional 

 
Casi leyendas, es el largometraje argentino que hace su debut en las salas de todo el país y arriba a San Juan también hoy, tanto al Cinemacenter como al Play Cinema, para mayores de 13. 

Dirigida por Gabriel Nesci, el film está y protagonizado por Diego Peretti, Diego Torres y el español Santiago Segura -el protagonista, director y guionista de Torrente, el brazo tonto de la ley- junto a un reparto que se completa con Claudia Fontán, Arturo Bonín y Julieta Cardinali. El argumento trata sobre tres amigos distanciados que se ven obligados a reunirse muy a su pesar.