El 30 de julio de 2010; fue la última vez que Gustavo Kupinski, el ex violero de Los Piojos fallecido el martes junto a su esposa Flavia Cuellar (27) - perdió el control de su Citroën Xsara y volcó en la ruta-, tocó en San Juan: lo hizo en las huestes de Las Pelotas y en el escenario de Luna Morena.

En esa oportunidad, "Tavo" -como se lo conocía- se instaló en Villa Tacú (Zonda) para pasar un día al abrigo del cálido sol del invierno sanjuanino, con el resto del pelotero.

Su presencia no pasó desapercibida en el paisaje serrano; según relata el conductor y productor local Ariel Videla, a la noche siguiente, fue interceptado por un grupo de chicos que le pasaron una guitarra y él, de buena fe, armó una improvisada tocada en el tradicional reducto de La Proveeduría.

Versátil y con oficio, supo ganarse el reconocimiento en las filas del rock que hoy llora su pérdida y entre los seguidores que dejaron sus condolencias en Facebook y en distintos blogs junto a un listón negro.

Respecto a su entierro, antes de ser sepultados hoy en el Panteón de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores del cementerio de la Chacarita, sus restos fueron velados en la intimidad, con familiares y amigos cercanos. En tanto hasta ayer, la menor de sus dos hijas -de 2 añitos- continúa en grave estado, con fractura de cráneo y edema cerebral y la mayor -de 4- sufrió una fractura en uno de sus brazos y fue atendida en el hospital San Roque de Dolores donde recibió el alta médica-.

El zurdo de la viola

Kupinski, que perdió la vida a los 36 años, era sobrino del político Rodolfo Terragno, fanático del fútbol e hincha de River. Tocaba la viola desde los 9, cuando comenzó siguiendo la huella de su padre, pianista.

Oriundo de Palermo, pero afincado en El Palomar, también estudió canto y bandoneón, olfateando el gusto por el tango heredado de un abuelo que no conoció, don José Demetrio Terragno.

"Soy zurdo mental", repetía. Y explicaba: "De chico le cambié las cuerdas a la guitarra de mi papá y arranqué".

En 1992 ingresó a Los Piojos en reemplazo de Pablo Guerra. En ese grupo grabó 11 discos y participó de la autoría de temas como "El vals inicial" con Ciro y "Buenos Tiempos" y "Desde lejos no se ve", los dos, junto a Daniel Buira para el disco Azul (1998).

Tras la separación de la tribu piojosa, luego de su concierto el 30 de mayo en el Monumental, Kupinski conformó Revelados con Pablo Guerra -tocaron por última vez el 18 de diciembre en Hurlingham- y se sumó a Las Pelotas; con ambas formaciones tenía agendados conciertos en el Cosquín Rock, pero el destino interrumpió sus acordes.