Blanca fue homenajeada en una de las últimas Fiesta de la Tradición

Esta mañana la familia de doña Blanca confirmó la triste noticia, fue la destinataria de muchos versos de Buenaventura Luna, y de la inolvidable zamba “Pampa del Chañar”. Falleció en Jáchal, a la edad de 88 años, y sus restos son velados en Cochería San Ramón.

Según cuenta este lunes Carlos Semorile en una nota que publica el sitio web actualidadjachallera.com.ar "para uno de los aniversario del fallecimiento de Buenaventura Luna, decidimos reivindicarlo como el auténtico autor y compositor de la zamba "Pampa del Chañar”, por más que en los registros oficiales figuren otros nombres. Y, para hacerlo, nada mejor que recurrir a los recuerdos de Blanca Carrizo, la destinataria de aquellos versos y aquella música que todo Jáchal reconoce como suyos".

Y agrega "una de las cosas más conmovedoras que me sucedieron en esta tarea de recopilar los trabajos de Buenaventura Luna fue haber conocido a doña Blanca Carrizo. Con Hebe Almeida de Gargiulo y José Casas hacía tiempo que andábamos con ganas de entrevistar a la musa inspiradora de la "Pampa del Chañar”, y la ocasión se presentó en noviembre de 2008, en plena Fiesta de la Tradición Jachallera. Buscamos su casa un largo rato, parando y preguntando, perdiéndonos y volviendo a consultar, como si intentásemos alcanzar los rescoldos de un mito lejano".

Semorile le da forma a una historia de aquellas que riegan el Jáchal de antaño": "Los griegos decían que desde el corazón del mito brotan los discursos de la historia y la verdad, y nosotros finalmente estábamos sentados alrededor de Blanca Carrizo, escuchando de su voz la verdad de aquella historia que "conocíamos” por la zamba que le dedicara Eusebio Dojorti. Su relato fue mesurado, pudoroso, y al mismo al mismo tiempo daba la sensación de que Blanca podía, al fin, contar las contingencias de un amor que marcó su vida y perduró en su memoria. Esto la colocaba en cierto estado de zozobra pero, siendo mujer de una fina inteligencia, se valió de su propia zamba para narrarnos los hechos".

Cuando era muy jovencita, Blanca fue elegida "paisana” (el equivalente a las "reinas” de otras fiestas puebleras), y la singular belleza de esta descendiente de inmigrantes libaneses llamó la atención de Eusebio:

Cuando te conocí
en Pampa del Chañar,
y me revoleó tu pollera azul sentí
en mi corazón un repiquetear por ti.

Pampa de soledad,
eso es mi corazón,
tu madre me vio cuando te besé, velay,
triste me quedé cuando te llevó por áhi.

"Él era un hombre muy bien, que me enamoró. Y yo también me enamoré de él. Él quiso casarse, me mandó los anillos y una cadenita. Entonces se fue a Chile, y me dijo: cuando venga voy a hablar con tus papás”. Pero durante la ausencia de Eusebio, las habladurías del pueblo llegaron a oídos de los padres de Blanca. Ellos hablaron con su hija y le dijeron que Dojorti estaba casado, que tenía hijos y que era demasiado mayor para ella. Cuando Eusebio regresó de Chile, Blanca le preguntó sobre su matrimonio y sus hijos. "Yo quiero que vayas a mi lado, pero no quiero que ignores nada”: era verdad que tenía hijos, pero estaba separado y nunca se había casado. De todos modos, la oposición de los padres de Blanca continuó siendo absoluta, y sólo le permitieron encontrarse con Eusebio para la despedida. Se vieron en una confitería ya desaparecida del centro de Jáchal, y "nos separamos llorando tal como dice la canción”.


Pasado el tiempo, Blanca Carrizo se casó con don Diógenes Figueroa y juntos tuvieron cuatro hijas mujeres. Ellas recibieron de manos de su madre los anillos y la cadenita que le había regalado Eusebio antes de su viaje a Chile. Uno de los dos anillos se perdió, lo mismo que un cuaderno con poesías que Dojorti le regalara, y en cuya tapa decía: "Nace una flor al borde de un camino”. Doña Blanca lamentó la inundación que le arrebató aquel preciado "libro”, pero atesoró el verso con que Eusebio acompañó la entrega de aquellos poemas que se llevó la crecida:

Tienes los ojos de mora,

y enamoras cuando lloras,

enamoras cuando ríes

esta hermosa "beide abdíe”.

"Beide abdíe quiere decir Blanca Rosa, porque yo soy hija de árabes”, decía con evidente orgullo. Y cuando reaparecía el tema de la zamba "Pampa del Chañar” con toda la carga emotiva que tenía para Blanca Carrizo: "A mí me gusta de la manera en que la canta Susana Castro, me emociona. Yo quiero conocerla a ella. Me gustaría darle un abrazo”.