La Bomba Tucumana no la pasó nada bien en el Bailando 2017. Con sus peleas y exabruptos se convirtió en la gran figura mediática de aquel año, pero puertas adentro, vivió el lado B de la explosión de popularidad: un infierno de bullying en las redes.

La artista recordó esa época de oscuridad en Intrusos, al hablar de Mica Viciconte, una de sus grandes enemigas en el certamen. Contó que los fanáticos de la ex Combate le escribían cosas tremendas en Twitter y ella leía todo porque hasta ese entonces, no sabía manejar las redes sociales y no tenía idea de cómo los haters podían afectarla.

"Si hay alguien que sufrió bullying en el Bailando, fui yo. Tuve que llamar médicos, ambulancias, tenía depresión, me quería tirar por la ventana del hotel. No saben el daño que puede hacer la gente que escribe cosas horrendas detrás de una computadora. Yo leía porque no era de ese palo", comentó.

Los panelistas quisieron saber qué tipo de insultos recibía y ella enumeró algunos referidos principalmente a su figura. "Empanada, negra villera, sucia, patasucia, ladrona, gorda, cerda, la mamá de Morena Rial", detalló.

Esto último generó un momento de gran incomodidad en el programa, porque al lado de La Bomba estaba, obviamente, el conductor, Jorge Rial. El periodista prefirió dejar pasar el comentario y lo mismo hicieron los demás integrantes.

Gladys continuó con su relato: "Nunca viví esto en toda mi carrera, que fue muy exitosa. Tuve que hacer terapia, mi médica me prohibió mirar el celular. El Bailando sacó lo peor de mí, yo siempre fui tranquila y amorosa".

Por último, la reina de la "pollera amarilla" contó que la producción de Showmatch la obligaba a ir al piso los días que bailaba su hijo, Thiago Griffo, porque al programa le servía que ella estuviera allí para pelearse con otros participantes.

"Me dolía que le arruinaran el momento a mi hijo. Yo tenía que ir sí o sí porque medía (en rating).Querían provocar como que nosotros teníamos mala relación pero nada más lejano a eso, nos tenemos un amor infinito", cerró.