Camila Gallardo

Por una amiga. Así fue como Camila Gallardo se enteró de la entonces remota posibilidad de representar a San Juan en los Juegos Evita Culturales –una rama de la competición dedicada a la canción, la danza y el arte en general-. El camino era largo, debía medirse con jóvenes de todo Rawson –del cual es oriunda- y luego, si pasaba, debía validar su talento como cantante ante los competidores de toda la provincia. Ocurrió. Luego de las dos instancias, Camila se consagró como la mejor cantante de la provincia en la categoría sub 18, al menos en lo que respecta a esta competencia.

Nació en una cuna musical. Camila es sobrina del reconocido "Chato" Carbajal, del Dúo Cantares, por lo que, a cortísima edad, pisó cientos de escenarios, principalmente en peñas y festivales regionales. Aunque ella reconoce que, formalmente, comenzó a participar activamente y por cuenta propia a los 12 años. La raíz de su talento de cantante está en el folclore, género que la vio nacer y al que se dedica con ahínco. No obstante, también incursiona en géneros como la cumbia -más adelante, en los Evita, interpretó Me vas a extrañar, de Damas Gratis en una improvisada actividad.

Un buen día del año pasado, una amiga le dijo a Camila que estaba la oportunidad de participar de los Juegos Evita Culturales. Y, si bien desconocía la existencia de esa rama del certamen deportivo, decidió comenzar al largo camino rumbo a Mar del Plata -sede de los juegos. Inicialmente la embargaron algunas dudas que rápidamente resolvió. Se enfrentó uno a uno con cada cantante rawsino, luego hizo lo propio con aquellos que se habían consagrado en sus respectivos departamentos. La fuerza de su voz la llevó a la victoria y tuvo el honor de representar a la provincia.

No obstante, la melódica y algo ronca voz de Camila no es su único atributo. Los años frente a distintos públicos, ya sea sola o acompañada por sus tíos, le dieron la habilidad de conectar, de empatizar con la gente. Además, desde hace poco más de un año, la joven de 18 concurre a la Escuela de Música de la UNSJ para perfeccionarse. De acuerdo a lo que comentó, fue un gran paso porque sentía que el talento no iba a ser suficiente para estar a la altura de los Juegos. La combinación de carisma y disciplina fueron lo que la hicieron deslumbrar en los escenarios marplatenses.

Durante la semana que estuvo alojada en la localidad bonaerense junto a sus muchos compañeros de delegación -Camila era la única cantante sanjuanina en su categoría- logró nutrirse de más conocimientos musicales y artísticos en general. Contó que todos los días tenía clases de canto con renombrados profesores de nivel nacional. Asimismo, la promesa de la canción sanjuanina, se dio tiempo de recorrer la localidad turística y darse el gusto de cantar improvisadamente ante los participantes de los Evita, en las ramas deportivas. Cuando tocó el momento de brillar en el escenario, Camila subió con un vestido rojo, un poncho color crema, y entonó Zamba de Amor En Vuelo, de Tamara Castro.

 

Llegada a San Juan, el ritmo de la estudiante del Colegio Merceditas de San Martín no cesó en lo más mínimo, sino que el sábado pasado, en la maratón para concientizar sobre el cáncer de mama, Camila fue invitada a subir al escenario. Despojada de la vergüenza y con audacia, tomó el micrófono y se adueñó del lugar. Todos los asistentes de remera rosa siguieron el inesperado espectáculo de la joven con palmas y silbidos. Nuevamente interpretó a Dama Gratis. 

Pese al don natural para la canción y que está por terminar el nivel secundario, Camila aún no está muy segura de su futuro con la música. Sabe que continuará deleitando a los públicos de las peñas gauchas pero, en lo académico, ella asegura que quiere estudiar radiología. No obstante, la chica del Medanito que llegó a Mar del Plata por su melodioso talento, seguirá conquistando con su voz.