La intrincada historia de amor de sus padres sirvió de inspiración para que Gabriel García Márquez, también conocido como Gabo, se propusiera escribir El amor en los tiempos del cólera, título con el que quería ser recordado más allá de su muerte y cuyo argumento cobra relevancia hoy, asociado a la pandemia de Covid-19 y al aislamiento obligatorio en gran parte del mundo... "en los tiempos del coronavirus". En la magistral obra que este año cumple sus bodas de coral, luego de su primera edición en 1985, los sentimientos fluyen y se desvanecen en torno a una epidemia que empuja a que la familia del personaje femenino se mude a la ciudad huyendo de la peste; una ficción que podría leerse desde una óptica casi apocalíptica si se establece un paralelo con la crisis sanitaria actual y la manera que golpea las emociones de los personajes, aunque gira alrededor del cólera. "El amor se hace más grande y noble en la calamidad". Ese brevísimo pasaje es apenas una muestra de la gran similitud que se establece hoy, frente a los ánimos de solidaridad e incertidumbre que palpita la humanidad hoy, con aforismos y admoniciones sobre el corazón.


Escrita 3 años después de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982, cuando ya había sido consagrado como una figura fundamental del llamado "Boom de la literatura hispanoamericana" -una explosión editorial que despuntó en la década de 1960-; la novela se transformó en la favorita del autor, de quien el próximo 17 de abril se cumplirán 11 años de su muerte, ocurrida en la ciudad de México a los 87 años, a causa de una neumonía, por un cáncer linfático que padecía.


"Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados". Teñido con un fuerte tono nostálgico, así, comienzan los dos primeros párrafos del libro que describe lúcidamente la agonía de Florentino Ariza al enamorarse de la joven y bella Fermina Daza, ese amor eterno a quien juró esperar por siempre, y que el destino compensa al final, "cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches".
Rindiendo homenaje a los folletines amorosos del siglo XIX, esta obra de la genial pluma nacida el 7 de marzo en el pueblo colombiano de Aracata, precede a El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994) y Memoria de mis putas tristes (2004) y llegó a las librerías después de los títulos: La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), El otoño del patriarca (1975) y Crónica de una muerte anunciada (1981).


Para quien aún no tuvo la oportunidad de descubrir, o bien de releer este texto que García Márquez llevó al papel en 464 páginas, tras entrevistar a sus padres por separado, durante días enteros, para obtener un emotivo testimonio; a continuación van algunos datos a tener en cuenta para abordarlo y perderse en una de las más bellas historias que recorre el delirio, la agonía, la pasión, el dolor y la muerte, desde la primera y hasta la última página. Coronada como una de las máximas perlas de la literatura, "El amor..." continúa captando lectores, y en especial en estos momentos, cuando la fantasía no parece superar la realidad en uno de los trabajos más románticos del eximio colombiano.

Fraseario 



"Pero el examen le reveló que no tenía fiebre, ni dolor en ninguna parte, y lo único concreto que sentía era una necesidad urgente de morir".


"Le bastó con un interrogatorio insidioso, primero a él y después a la madre, para comprobar una vez más que los síntomas del amor son los mismos del cólera. Prescribió infusiones de tilo para entretener los nervios y sugirió un cambio de aires para buscar el consuelo en la distancia, pero lo que anhelaba Florentino Ariza era todo lo contrario: gozar de su martirio".


"Ambos se iban dejando traicionar por los recuerdos, hablándose sin quererlo, queriéndose sin decirlo, y terminaban muriéndose de amor por el suelo, embadurnados de espumas fragantes".


"Contéstale que sí -le dijo-. Aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no".


"Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo".


"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artilugio logramos sobrellevar el pasado".


"Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor".


"En el curso de los años llegaron por distintos caminos a la conclusión sabia de que no era posible vivir juntos de otro modo, ni amarse de otro modo: nada en este mundo era más difícil que el amor".


"Alcanzó a reconocerla en el tumulto a través de las lágrimas del dolor irrepetible de morirse sin ella, y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y más agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle con el último aliento: Sólo Dios sabe cuánto te quise".


"Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas, que estas cosas no duran toda la vida".
 
"Los viejos, entre viejos, son menos viejos".


"La sabiduría nos llega cuando ya no sirve para nada".


"El problema de la vida pública es aprender a dominar el terror, el problema de la vida conyugal es aprender a dominar el tedio".


"Lo más importante de un buen matrimonio no es la felicidad sino la estabilidad".


"Ya me sobrará tiempo para descansar cuando me muera pero esta eventualidad no está todavía en mis proyectos".


"Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites".


"La gente que uno quiere debería morirse con todas sus cosas".


"El amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte".


"Péguemelo -dijo, con la mano en el pecho-. No hay mayor gloria que morir por amor".

OPINIÓN
Federico Cabrera
Profesor de Letras y Magíster en Estudios Latinoamericanos


Una novela sobre lo inagotable


En estos días, el mandato del aislamiento social obligatorio nos impone la pregunta acerca de cómo gestionar la espera y la distancia en relación con el amor y los afectos. La literatura, como siempre, nos acompaña y nos ayuda a ensayar algunas respuestas respecto a este problema. Tal es el caso de El amor en los tiempos del cólera (1985) del escritor colombiano Gabriel García Márquez (1937-2014).


En esta novela el autor rinde un homenaje desde la ficción a las memorias familiares y al romance que vivieron sus padres haciendo foco en el amor y en la eternidad de la espera. En este sentido, puede decirse que toma distancia respecto de otras novelas marcadas por urgencias políticas y la idea del realismo mágico tales La mala hora (1962), Cien años de Soledad (1967) o El otoño del patriarca (1975).


Es importante señalar que esta es también una novela sobre la escritura. Mientras espera, Florentino escribe cartas de amor como si fuese un oficio, un tratado sobre el amor y veinticinco cuadernos en los que registra sus "amores ocasionales". Esta escritura acompaña al amor, refuerza su existencia.


Por otro lado, el texto puede ser leído como una enciclopedia que registra una infinidad de formas en las que se vive el amor en relación con los mandatos y prejuicios sociales: desde el enamoramiento inocente y profundo que confunde sus síntomas con los del cólera, el amor de lo cotidiano, el amor doliente de lo no correspondido y el amor que viene después, en la senectud, entre otras.


Por último, es importante destacar que, en tiempos de pandemias, la novela insiste en señalar lo inagotable del amor y de la vida: 


"- ¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? -le preguntó. Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.
- Toda la vida - dijo".