Para Mirtha Legrand, el de hoy no es un cumpleaños más. Será el primero que celebrará sin la presencia su hermana gemela, fallecida el 1° de mayo del año pasado. “Es una fecha triste, es un día un poco melancólico para mí. No está Goldy, mi otra mitad. Estuvimos toda la vida juntas, inseparables. No hay momento en que no la recuerde: en las madrugadas lloro pensando en ella”, dice Legrand a pocas horas de festejar su día de cumpleaños número 94.

Rosa María Martínez Suárez, tal el nombre con el que nació en la santafecina ciudad de Villa Cañás, el 23 de febrero de 1927, desafía toda norma de envejecimiento. La lucidez con la que responde a cada consulta y el énfasis que pone ante cada idea, le confieren una juventud inusual para alguien de su generación. Desde ya, no es novedad, pero sigue sorprendiendo. Maneja los tiempos, enfatiza, hace pausas. Training adquirido en 52 temporadas de su emblemático programa de televisión. Conoce como nadie el pulso y los climas de una conversación.

No es infidencia contar su edad: el sábado 4 de agosto de 2018, cuando eltrece emitió el programa aniversario por los 50 años de Almorzando con Mirtha Legrand, la diva dedicó unos minutos para, con hidalguía, dar por terminado un tema que, para ella, era tabú. Aquella noche, ante millones de televidentes, confesó su edad y los presentes en el estudio la ovacionaron.

Cuestión de ética

A lo largo de tantas décadas de actividad, la actriz sabe que, para bien o para mal, su nombre siempre formará parte de verdades, trascendidos y mentiras adjudicadas. El viernes último, sin ir más lejos, circuló una versión maliciosa que aseguraba que un equipo sanitario del Gobierno de la Ciudad acudiría al piso de la actriz en la calle Libertador para aplicarle la vacuna contra el coronavirus. Ella misma se encargó de desmentir tal afirmación, pocas horas antes que el país se escandalizara con el listado chequeado de vacunados vinculados al mundo político y empresarial, motivo por el cual el presidente Alberto Fernández pidió la renuncia al ministro de salud Ginés González García. “La vacunación VIP me parece una vergüenza, realmente. Que suceda eso en la Argentina es vergonzoso. No entiendo como nadie advirtió a quien correspondía que eso no se debía hacer, que era inmoral. A nadie se le ocurrió frenarlo a tiempo, que es lo que debían haber hecho. Nadie dijo: ´Acá no se vacuna a nadie con privilegios´. Lamentablemente, no fue así”.

–El viernes por la mañana circuló la versión que indicaba que la vacunarían en su domicilio.

–No me he vacunado aún. De todos, en la ciudad ya se vacuna la gente desde los 80 años, así que estoy dentro del grupo con posibilidades de vacunación.

–¿Desea vacunarse? ¿Confía en la vacuna?

–Sí, deseo vacunarme, me parece que las vacunas son confiables, a pesar que se hicieron en poco tiempo.

La conductora imaginaba un plan de vacunación amigable con los adultos de avanzada edad: “Yo sugería que, dado que somos personas mayores, nos vacunaran en nuestras casas. Existen muchas señoras y señores que no pueden movilizarse. Pero parece que no se puede, es muy complicado”.

Soledades

–¿Con quiénes compartirá su día?

–Seremos muy pocos, no se debe reunir mucha gente hasta que no pase la pandemia. Sólo los más íntimos.

–¿Estará su hija Marcela Tinayre?

–Sí, seguramente. Ella y algunos familiares más.

Este año, la mesa de su comedor, que balconea a la avenida Del Libertador, será más chica. Mirtha siempre se sentaba en la cabecera y a su lado, sus hermanos Goldy y Josecito. Esa foto tierna que radiografiaba la eternidad, ya no será. El de hoy es el primer cumpleaños de Legrand sin sus hermanos, dado que José Martínez Suárez, el mayor, falleció el 17 de agosto de 2019. En menos de un año, Legrand perdió a los dos seres más importantes de su vida.

Al inconmensurable dolor provocado por la partida de Goldy, se le sumó el tormento de no poder despedirla. En mayo, las medidas sanitarias en medio de la cuarentena impedían los funerales abiertos. Además, Mirtha, por su edad, estaba comprendida en el grupo de riesgo que debía evitar exponerse al contagio aunque fuera al aire libre. “Hablamos la noche anterior, se fue durmiendo la siesta. Aún no lo puedo creer”.

El 23 de febrero de 1927 primero nació Silvia. Inmediatamente, la partera le dijo a doña Juana, la madre de las gemelas: “Señora haga fuerza, que viene otra”. Eran tiempos sin ecografías. “Yo fui la segunda, pesaba poco más de un kilo, Goldita me comió todo”, recuerda la diva con gracia. Eran tan parecidas que el papá de las hermanas debía preguntarles: “¿Quién es la chiquita? ¿Quién es la gordita?”. De ahí vienen los apodos de las Legrand. Motes domésticos que se convirtieron en los más famosos del país. Basta con mencionar a Chiquita y Goldy para que todos sepan de quiénes se trata.

El regreso

“Todavía no hay nada cerrado, tengo que hablar con Nacho”. La vuelta de la diva a la pantalla de eltrece aún es una incógnita. El 19 de diciembre pasado regresó a su programa luego de una ausencia de diez meses impuesta por el confinamiento, y deslizó que su intención es conducir solo los almuerzos, dejando la posibilidad abierta para que Juana Viale, su nieta, continúe al frente de las cenas sabatinas. Por ahora, Nacho Viale y Diego Palacio, responsables de la productora StoryLab, evalúan las opciones con vistas a que ambos ciclos sigan en el aire durante la temporada 2021.

“Tengo que pensarlo bien. En un estudio de televisión hay mucho tránsito de gente, son lugares riesgosos para alguien de mi edad”, reconoce Legrand. En diciembre se montó un operativo sanitario especial. La estrella tuvo casi nulo contacto con otras personas y quienes se acercaron habían sido hisopados recientemente. Salir al aire en pandemia era acaso lo único que le faltaba al programa digno del Guinness por su permanencia de más de cinco décadas en el aire y con la misma conductora al frente del mismo. Caso único. Acaso sea la mujer más longeva que sigue en actividad en la industria del espectáculo del mundo.

Aquella noche de diciembre, cuando volvió a ocupar la cabecera de su mesa, no se privó de interrogar con aguda mirada a su reemplazante Juana Viale y a su hija Marcela Tinayre, quien la sorprendió con su visita. Legrand hizo gala de la lucidez de siempre y luego de los nervios iniciales demostró que conoce como nadie el manejo de sus programas. Mirtha desea volver a enfrentarse con las cámaras y vincularse con su audiencia, pero su ímpetu vocacional no le hace descuidar la mirada sobre la pandemia actual. “Ya veremos cuándo puede ser posible”.

Debutó a los 14 en Los martes orquídeas y no paró más. Se construyó a sí misma y se coronó como la gran diva nacional. Al estreno de aquella película llegó en tranvía junto a su madre y hermanos desde La Paternal hasta el cine Broadway de la calle Corrientes. Regresaron en un Cadillac que nunca supo de quién era. Había nacido la estrella. Fue hace 80 años. Hoy, a sus 94, sigue con el deseo encendido, honrando la vida. “Goldy siempre decía: ´o cumplís años, o te morís´. Prefiero cumplir”. La viuda de Daniel Tinayre en estado puro.

Hoy, celebra su cumpleaños 94 rodeada de su núcleo más íntimo con la ambivalente sensación de la felicidad de estar espléndida a su edad, pero añorando las ausencias tan presentes de Goldy y Josecito, y, desde ya, la de Danielito, su hijo fallecido en 1999. “Será un día para recordarlos mucho, pero también para celebrar que sigo de pie a esta altura de mi vida”, concluye la diva elegante, glamorosa y accesible que no miente cuando dice que le ha ofrendado su vida al público.

(Fuente: La Nación)