En las últimas horas, Mónica Gonzaga se vio envuelta en un escándalo inesperado: su hijo Adriano Sessa, de 22 años, fue acusado de organizar un evento en su casa de Sauce de Portezuelo, Uruguay, a la que acudieron más de 500 personas. La actriz desmintió esa versión en diálogo con TN Show. “Nos invadieron. No fue una fiesta clandestina”, afirmó.

Uruguay revocó la residencia temporaria de Sessa y decidió expulsarlo del país. Lo acusa de violar las restricciones que establece el protocolo para las reuniones sociales que rige por la pandemia. “Creo que quieren dar un caso ejemplificador por el momento que vive Uruguay”, dijo la actriz sobre la medida tomada en las últimas horas.

Los delitos por los que fue expulsado son dos: violación al derecho de reunión, ya que se habría excedido el límite de cuatros personas; y el riesgo de la salud sanitaria ya que no se cumplió con las medidas preventivas como el uso de barbijo y el alcohol en gel.

Previamente, en declaraciones concedidas a Pía Shaw, la vedette aseguró que la masiva convocatoria se dio de una forma casi azarosa. “Fue un cumple que se viralizó la ubicación y apareció gente desconocida. Cuando escuché el ruido y miré, le dije a los chicos que llamen a la policía y así se fueron todos ”, describió.

Luego, agregó: “Serían 100 personas, lo cual es un descontrol en pandemia. Por eso, corté por lo sano. Yo por ser persona de riesgo no salí, pero la policía llegó y se terminó todo”.

Tras esa afirmación, Cinthia Fernández aseguró que un sobrino de Sessa publicó un posteo en el que se vanagloriaba por la presencia de 560 personas en la fiesta.

“Estuvo comercializada, vendieron los tickets. ¡30 dólares cobraron la entrada! Vendían alcohol, no era un cumpleaños. El chico organiza fiestas y estaba trabajando”, acotó Yanina Latorre para ponerle un poco más de pimienta al relato.

Por su parte, el periodista uruguayo Marcelo Umpierrez, que estuvo como invitado Los Ángeles de la Mañana (eltrece) para referirse a este hecho informó que se investigará si hubo otras fiestas previas en la propiedad. “La noticia indignó profundamente a toda la comunidad en Punta del Este”, aseguró.