“Que descanses en paz, mi querida Beatriz Bonnet”, escribió Adriana Salgueiro en su cuenta de Instagram el 19 de febrero, apenas supo de la muerte de quien -como recordaba en ese mismo posteo- había sido su “generosa y amorosa" compañera en Mesa de noticias, el recordado ciclo humorístico de los 80, del inolvidable Juan Carlos Mesa. Casi al mismo tiempo, la Asociación Argentina de Actores informaba que no se haría velatorio, pero que el viernes 21, a las 14.15, se llevaría a cabo el responso en la Capilla del Cementerio de la Chacarita, para que luego sus restos fueran trasladados al Panteón de Actores.

La misa se canceló por falta de asistentes: nadie fue a despedir los restos de Bonnet. Tampoco lo hizo Salgueiro. Actores ni siquiera envió una corona. El entierro de Beatriz resultó -incomprensiblemente- desolador. Solo participaron dos empleados de la cochería. Y Ricardo Darín fue uno de los pocos miembros de la comunidad artística que rompió el silencio para ensayar un mea culpa. “¡Perdón! ¡No saben lo que hacen!", escribió Bombita en su Twitter. “¿No saben o ‘no sabemos’?”, lo consultó un joven. “No sabemos", admitió Darín.

Aun cuando se dijo que estaban distanciados, Juan José Campanela respondió el mensaje del actor, a quien dirigió en El secreto de sus ojos. “No conocí a Beatriz Bonnet en persona, pero fue una de esos seres maravillosos que dedicó su vida a hacernos reír -puso Campanella-. Muchas gracias por toda la felicidad que nos diste en nuestras vidas”. Y ya no se escucharon más voces al respecto.

Quien rompió el silencio fue la propia Adriana Salgueiro. Y lo hizo al contestar distintos mensajes que le hicieron en aquel posteo inicial, el de su saludo a Bonnet. “Lástima que el ambiente artístico fue tan berreta que nadie la despidió como merecía -reflexionó una mujer-. Demasiado grande como para partir en la desolación absoluta. Horrible”. “Estoy de acuerdo”, coincidió Adriana, y agregó un “tristísimo”. “Los actores y actrices se muestran como una gran familia, pero es mentira... A ella la dejaron sola... Son lo más lejos del concepto de familia que hay...”, opinó otra seguidora. Y Salgueiro volvió a reconocerlo: “Es verdad”.

“Si es ‘tu querida’ -se sumó entonces otra admiradora anónima-, ¿por qué no fuiste a acompañarla en su último momento?”. Ante la interpelación, la panelista de Confrontados, en El Nueve, explicó: “Porque no voy a ningún sepelio, ni a los de mi familia”. Sobre estas mismas palabras colocó otro comentario que generó una pequeña controversia entre quienes la siguen en Instagram: “No careteo una foto”. Un par de respuestas más adelante, Adriana se explayó: “No voy a los sepelios porque me hace mal”. Y ya no participó más del diálogo cibernético.

Nacida el 11 de diciembre de 1930 en Gualeguay, Entre Ríos, Beatriz Bonnet tenía 89 años. Artista de notable formación -era cantante lírica-, se destacó en la comedia: el “¡Qué bochorno!” que pronunciaba su Beatriz Sanguedolce de Mesa de Noticias fue incorporado en su momento por los argentinos, que lo usaban cuando mandaba la ocasión. Pero además, dejó su huella en el teatro y el cine, con un amplio registro actoral.

Casada a los 15 años y divorciada poco después (“Era una nena”, explicaría alguna vez), nunca tuvo hijos. Y su familia siempre permaneció en Entre Ríos. Vivía en un departamento de Capital hasta que lo perdió en una estafa. Pasó sus últimos años en un hogar de ancianos, enfrentando el Alzheimer y la demencia senil. Falleció el miércoles 19. Fue enterrada dos días después, casi en el olvido. Las palabras de Darín, Campanella y Salgueiro buscaron hacer su aporte a tanto desconcierto por una despedida -cuanto menos- injusta. Actores aún no se expidió al respecto

Fuente: Infobae