Tiene una voz privilegiada, facciones hermosas, el éxito laboral la acompaña. Pero Adele no se sentía del todo bien y el motivo era su obesidad. Así que un día, hace ya algunos años -se dice que en 2015- decidió que era suficiente trago amargo y emprendió un nuevo, comprometido y transformador camino personal. Hace algunos meses, la mamá del pequeño Angelo -fruto de su ya terminada relación con Simon Konecki- dio algunas pistas de su metamorfosis, por ejemplo, con una sensual imagen que publicó en el cumple de un amigo. Pero el increíble resultado se hizo viral con una fotos que los paparazzis le tomaron tanto en el festejo de su 31 cumpleaños como en el Caribe, lugar que eligió para pasar sus vacaciones, y las redes explotaron felicitando a la talentosa artista.


"Para ella no se trata simplemente de perder peso. Quiere estar saludable por ella y por el bien de su hijo", dijo una persona de su círculo a la revista InStyle. Más de 40 kilos es lo que bajó la artista inglesa de la mano de un cambio de hábitos, que tuvo dos ejes fundamentales: comenzó a alimentarse saludablemente y a conciencia; y también emprendió una rutina de entrenamiento equilibrada que incluye cardio, circuito y Pilates. Un gran esfuerzo al comienzo, porque nunca ha sido una "chica fitness", pero que aprendió a valorar y a disfrutar a medida que notaba su progreso.


"Antes solía llorar. Ahora sudo", escribió en su cuenta de Instagram, junto a un risueño emoji y una foto, donde la profunda satisfacción por su logro traspasa la pantalla.

Looks

Siempre se ha mostrado como una mujer coqueta y arreglada, pero ahora lo disfruta con su nueva figura.