Finalmente, luego de 175 capítulos y con un pico de 31.8 de rating, el martes a las 21.30 concluyó "Malparida", la ficción protagonizada por Juanita Viale y Gonzalo Heredia y gran fuerte de batalla de El Trece (durante más de un año gozó de interés).

Su despedida de la pantalla aportó una audiencia promedio de 26.8 puntos (según www.televisión.com.ar) y tuvo un sustento peculiar: trizó los finales trillados y su heroína terminó suicidándose (giro copado y novedoso en los culebrones argentos).

Al margen de virtudes y desencuentros argumentales (y notorios clichés), la telenovela fue una de las pocas ficciones en el 2010 que pudieron sobrevivir ante la falta de espacio del género -realidad muy dispar a la de 2011, que presenta muchas como Los Únicos, Herederos, Contra las cuerdas, etc.) y resultó muy resistente dentro de las pocas opciones televisivas.

Así, la tira sandwich -encargada de ubicarse en el prime time entre "Telenoche" y "ShowMatch"-, ofreció una trama plagada de romances varios (Renata salió con casi todos los hombres de la trama), porte costumbrista cool (estética moderna, personajes hiperrealistas en algunos casos y diálogos cancheros) y muchos asesinatos (la onda Mujeres Asesinas de Juanita pegó y fue el gancho, más allá de la facha de Heredia). Y claro, una supremacía evidenciada hasta el final y cargada de justicia. Sucede que, fiel a su aire "diferente", la trama y como bien lo anticipó Laura Ubfal (la más odiada de "Malparida") terminó en tragedia y sin retorno (se tiró de una cúpula).

"A lo mejor el camino final fue la muerte porque aprendimos la lección

de que la justicia no alcanza y yo creo que Renata pensó que no había otra salida, y que era la manera de salvar a su hija", explicó Lily Ann Martin, la guionista de la historia. Después de todo, "el amor sana, el odio mata", dirá la frase final.