Irrumpió en la música sin pedir permiso y se fue pronto, dejando un legado intenso, profundo y desgarrador. El 23 de julio de 2011 Amy Winehouse fue encontrada muerta en su casa, a causa de una intoxicación etílica. Estaba en el punto más alto de su carrera, porque había logrado cautivar a la industria y a miles de seguidores con su estilo, trayendo al siglo XXI bocanadas de jazz y soul de los años '50, pero con su propia voz, singular por cierto. Y mientras hoy en todas partes del mundo la recuerdan, a una década de su partida (hoy se estrena incluso Reclaming Amy en la cadena BBC, un nuevo documental sobre su vida, relatado por su madre), DIARIO DE CUYO convocó a cuatro jóvenes cantantes sanjuaninas para reflexionar sobre la artista británica. Ana Laura Paroldi, Flor Tommasini, Carla Tello y Maru Quiroga Martínez, pudieron ponerse en su piel un momento, cuando fueron parte de un homenaje que se le hizo en 2017, producido por Fractal Jazz. En aquella ocasión también cantó Vale Posleman, pero ella prefirió no participar de esta nota. 


Para ninguna de ellas fue indiferente invocar la música de Winehouse. Para Paroldi fue su primera actuación en vivo incluso. Se enteró del concierto y movió cielo y tierra para ser parte. "Yo hacía muy poquito cantaba en público y fue mi primera gran experiencia, fue un placer", dijo. 


Tello resaltó que cuando le tocó interpretar la obra de Amy, tenía 27 años, la edad de la estrella cuando murió. "Recuerdo que hubo un numeroso público que nos alentó con sus aplausos y agradecimientos por traer a Amy desde nuestra interpretación".


Flor, por su parte, es fanática de Winehouse. Tuvo la oportunidad de visitar la casa de la princesa del soul en Londres y hasta se trajo una hoja del árbol que asomaba del patio. Por eso subirse a un escenario a cantar su música fue clave para ella, sobre todo porque marcó un antes y un después en su forma de hacer encarar sus presentaciones. "Esa naturalidad, salvajismo, ese genio natural, es lo que la hizo transcender como artista", opinó Tommasini a la hora de las definiciones sobre la cantante inglesa nacida en el seno de una familia judía con tradición musical en jazz. "Creo que en su momento rompió distintos estándares, con una voz única, de esas que aparecen una vez cada siglo", agregó con admiración Maru, compartida por Carla que hizo hincapié en que fue una artista "muy intensa": "Tocó mi corazón y varias veces me emocioné escuchando obras de ella", apuntó.


Reflexionando sobre la capacidad interpretativa de la ganadora de 5 premios Grammy, Paroldi agregó que "creo que la gente que llega así de lejos tiene la capacidad de transmitir su esencia a través de su arte y eso se ve. La gente lo percibe, cuando sos capaz de desnudarte así, conectarte con quien te escucha sin siquiera mirarte a los ojos".


Amy Winehouse integra el tristemente célebre "Club de los 27", del que son parte celebridades que murieron a esa edad a causa del abuso de drogas y alcohol. Las sanjuaninas no esquivaron hablar sobre el tema y coincidieron en que la exposición es algo difícil de manejar para algunas "almas sensibles"; y que la falta de contención pudo haber sido clave. Pero también apuntaron que "los artistas son personas que como cualquier otra, pueden o no sucumbir a cualquier vicio, quizás la diferencia con otras profesiones es que estamos más expuestas y es más fácil que se sepa", expresó Ana Laura. 


La fama la encontró joven, su vida personal la sobrepasó, pero como dos caras de las misma moneda le dio el disco que la llevó a lo más alto de su carrera. Su legado es, para sus seguidores, tan brillante como oscuro, intenso y eterno. 

  • Ana Laura Paroldi

"Cantar bien lo hacen muchos, pero transmitir emociones y hacer que una pueda sentir lo que ella siente cuando canta, no sé, eso no lo hace cualquiera en mi opinión, menos con un estilo tan singular como el que ella tenía".

  • Flor Tommasini 

"Haber tenido la enorme habilidad de captar en su voz, con sus recursos enormes por supuesto, otras voces de otras grandes y sumarle la actualidad y el momento la llevó a ese lugar único, original y transgresor".

  • Maru Quiroga Martínez

"No había tantas compositoras mujeres con un estilo tan marcado y original. Creo que fue refrescante la mezcla lograda entre lo clásico y ritmos modernos, esa manera de cantar desgarradora, con letras crudas con las que nos podemos identificar".

  • Carla Tello

"Sentí en sus canciones su personalidad, su carácter efusivo y apasionado. Esa mezcla de enojo, locura y pasión en sus letras es lo que me identificó y muchas veces me sirvió como cable a tierra en situaciones personales propias".